Beirut. Un ataque de fuerzas rebeldes en Alepo volvió a alcanzar este martes un hospital en el distrito de Muhafaza, zona controlada por tropas del presidente Bashar al Assad con saldo de por lo menos cinco muertos y 35 heridos, en la continuación de la violencia en Siria, que se extendió a la norteña ciudad de Raqqa y a Damasco. Tras el bombardeo al hospital, el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) aprobó por unanimidad una resolución en la que pidió mayor protección para los hospitales en zonas de guerra, y condenó los ataques a toda instalación de asistencia médica, así como a los enfermos, heridos y todo personal humanitario y médico. Cuando los ataques quirúrgicos alcanzan salas de cirugía, algo está muy mal, declaró el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon. Este tipo de ataques deben cesar, sentenció. En tanto, el canciller ruso, Sergei Lavrov, sugirió que en las próximas horas podría alcanzarse un cese del fuego en Alepo, tras reunirse en Moscú con Staffan de Mistura, el enviado especial de la ONU para Siria.