Especialistas en temas educativos señalaron que el modelo formativo y la propuesta curricular para prescolar, primaria, secundaria y bachillerato que presentó el titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Aurelio Nuño, no señala con claridad el modelo de escuela del siglo XXI que se pretende construir, ni el ciudadano que busca formar. Destacaron que sin fijar metas de corto y largo plazos, la posibilidad de que las modificaciones planteadas se concreten no dejan de ser más que una aspiración.

Cuestionaron que el plan educativo presentado en tres documentos, que suman más de 400 cuartillas, se pretenda someter a consulta de especialistas, maestros, padres de familia, legisladores, políticos, empresarios y otros actores en un mes. Eso parece imposible o poco serio, pues no sabemos siquiera cómo se organizarán los foros. Es posible que no se trate de foros, sino de encuentros donde cada quien va a decir lo que quiera, aunque no haya leído el proyecto a detalle.

Etelvina Sandoval, profesora- investigadora de la Universidad Pedagógica Nacional, aseveró que el modelo educativo dado a conocer por Nuño Mayer el pasado miércoles es una suma de enunciados generales, en los que no se expone cómo se pretende llegar a la meta de crear mexicanos libres y con pleno ejercicio de sus derechos, ni deja en claro qué contenidos se llevarán a planes y programas de estudio, y cuáles se dejarán fuera y por qué. No explica dónde quedará el saber histórico de México y el mundo, de la economía, la sociedad y la cultura, es decir, de lo que nos construye como nación.

Consideró preocupante que proponga innovaciones como la autonomía curricular en las escuelas, que es un planteamiento conocido, pero ahora abre la puerta a la participación de la iniciativa privada en temas sustantivos, como los contenidos obligatorios de la jornada escolar. Un porcentaje importante podrá ser aprobado por sectores privados, lo que representa un achicamiento de la responsabilidad del Estado en la definición de los contenidos.

Dijo que también preocupa que organicen las consultas el Centro de Investigación y Docencia Económicas y un grupo coordinado por quien representó a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos. Parece que se mantiene la ilusión de que un modelo educativo impuesto puede ser una realidad en el aula.

Por separado, Ángel Díaz Barriga, profesor del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación de la UNAM, advirtió del riesgo de que la propuesta de la SEP se quede en buenas intenciones, porque si no se fijan metas concretas se les puede ir de las manos.

Dijo que se propone enseñar a los niños mediante la resolución de problemas, lo cual es innovador, pero eso requiere que el maestro abandone determinada práctica pedagógica, donde lo importante era el tema, para que busque abordar problemas, y esto implica modificar la forma en que enseña.

Consideró indignante que en el proyecto educativo con que se busca transformar al país se le haya dado poca importancia a las escuelas normales, pues sólo dice que debe existir sinergia entre éstas y las universidades, pero no queda claro si serán las facultades las que acaben formando a los maestros de primaria.

Graciela Gutiérrez, profesora de la Benemérita Escuela Nacional de Maestros, manifestó que sin la participación de estas escuelas “es imposible la consolidación de un nuevo esquema educativo, porque ninguna reforma puede avanzar si no va de la mano de las instituciones formadoras de profesores.