Debido a la corrupción y lentitud en el desahogo de los juicios las Juntas de Conciliación y Arbitraje (JLCA) deben desaparecer, señalaron abogados laborales, mientras la presidenta de la junta local de esta ciudad, Darlene Rojas, indicó que acabar con estos tribunales no resolverá las deficiencias en materia de justicia laboral: “corrupción hay también en instancias del Poder Judicial.

Lo que se requiere es dotar a las juntas de presupuesto y profesionalizar su personal, agregó Rojas en el foro que organizó Casa Lamm respecto de la reforma en materia de justicia laboral. Aunque reconoció que hay corrupción en estas instancias, sostuvo que se debe atacar el fenómeno, no a las dependencias.

En cuanto a la lentitud en la atención de las demandas, explicó que se debe a la falta de personal y a que un 60 por ciento de los juicios que se ventilan, por ejemplo, en la JLCA, son quejas contra el IMSS por el pago de pensiones, por lo que esta institución debería tener una ventanilla, una mesa ex profeso para resolver las querellas que suman miles cada año.

En el foro, abogados como Carlos de Buen y Arturo Alcalde difirieron del planteamiento de la funcionaria. Señalaron que las juntas deben desaparecer, pues en ellas los patrones y sindicatos están confabulados para no respetar los derechos de los trabajadores; el tripartismo es una mentira, una ilusión, y la justicia laboral al parecer está al mejor postor.

Desconocen batallas obreras

El abogado De Buen puso de ejemplo que muchas batallas obreras han sido desconocidas en las juntas, como las huelgas mineras, la de los trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas y un sinfín más.

Puntualizó que la huelga de Cananea fue desconocida por la junta especial 47 de ese municipio en un solo día sacando el expediente del cajón y con un argumento legaloide falso, pero que el presidente de esa instancia dio por válido para permitir el despojo de la fuente laboral de los mineros, en una arbitrariedad legal total.

Juntas en Edomex, cotos de poder

En tanto, Arturo Alcalde planteó que las juntas en el estado de México son verdaderos cotos de poder de sus funcionarios, en las que no se puede obtener ni siquiera la copia de un contrato colectivo de trabajo, ni interponer ninguna demanda de titularidad, donde el famoso tripartismo sólo se utiliza para que los sindicatos se pongan de acuerdo con los patrones, y lo mismo sucede en muchos otros estados como Chihuahua. Las juntas, afirmó, son todo un submundo laboral que además está al servicio del Ejecutivo local o federal.

En el debate, el diputado federal Mario Juárez Rodríguez planteó que la reforma laboral que se encuentra en comisiones del Senado es un avance que recoge planteamientos de especialistas y de fuerzas progresistas que reclamaron temas como la desaparición de las juntas, y a la cual se oponen líderes charros y empresarios.