Los futbolistas mexicanos jóvenes han cambiado sus expectativas a partir de que tienen figuras de referencia más cercanas de deportistas exitosos, pues eso les demuestra que sí es posible trascender en el balompié de otros países e incluso triunfar en competencias internacionales, señaló Parma Aragón, sicóloga de las Selecciones Nacionales Mexicanas.

Indicó que en otras épocas los objetivos de los jugadores mexicanos eran limitados, pues sólo se conformaban con llegar a la primera división.

“Los futbolistas de antaño crecieron con una idea que tiene qué ver con las expectativas y las etiquetas de éxito y fracaso.

Hace muchos años, cuando se anunciaba que México iba a competir, la gente solía decir: ¿Para qué van, si van a perder?, y se adoptó ese pensamiento, explicó la especialista.

Agregó que hace poco más de tres décadas no había una figura de éxito en nuestro país con la cual pudieran identificarse (los jugadores), y ahora ya se dieron cuenta de que es verdad, pues ya se consiguieron dos campeonatos del mundo y una medalla de oro (en Juegos Olímpicos).

Estimó que la transformación de las metas que ahora persiguen los jóvenes de categorías inferiores no surgió precisamente por un cambio de mentalidad, sino por un impacto en todo un país.

Aragón comentó que las nuevas generaciones de futbolistas crecen con una visión diferente y, por tanto, tienen otras expectativas. Lo mejor de todo es que los chavos aceptan el reto porque lo quieren y cada vez desean más.

Finalmente, la experta afirmó que el trabajo sicológico que se hace con las divisiones menores es fundamental para motivarlas en busca de conseguir sus objetivos, aunque también resaltó que la disciplina, el orden técnico y táctico, así como la preparación física complementan el desarrollo de los jugadores.