El director del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Mikel Arriola, resaltó que ese organismo tripartito debe continuar por la ruta de la férrea disciplina financiera emprendida desde 2013, ya que le ha permitido garantizar la viabilidad en este aspecto hasta 2019 y disminuir 72 por ciento el uso de las reservas actuariales.

No solamente eso. Tenemos la receta para ir reduciendo la brecha de ingreso-gasto, para llegar bien a 2035, que es el año con mayores presiones financieras, resaltó.

Al comparecer ante la Comisión de Seguridad Social del Senado, rechazó que sea necesario pedir apoyo del gobierno para hacer frente a la carga de las pensiones y demás pasivos del IMSS. En entrevista final rechazó que se trabaje en una reforma de pensiones.

Arriola detalló que la inversión en infraestructura será de 19 mil 400 millones de pesos; se van a construir 12 nuevos hospitales y 40 unidades médico- familiares, que darán empleo a entre mil y mil 500 trabajadores en el caso de los primeros, y por lo menos 100 en los segundos.

Expuso que la construcción de la nueva infraestructura médica forma parte de las medidas de prevención que se están tomando para hacer frente a otro problema que seguirá presionando las finanzas del IMSS –en igual o peor magnitud que el de las pensiones–, es decir, cuatro enfermedades crónicas: diabetes, cardiovasculares y cánceres de mama y próstata, en las que se gastan 80 mil millones de pesos al año.

En su intervención inicial, el funcionario destacó que el fortalecimiento financiero del IMSS se debe también al crecimiento del empleo en lo que va del sexenio; hasta octubre pasado fue de 2 millones 503 mil trabajos e implica un incremento de 37 por ciento en los ingresos del instituto.

Al iniciar su gobierno el presidente Enrique Peña Nieto, dijo, recibió un IMSS en virtual quiebra técnica, ya que había hecho uso de todas sus reservas financieras, por lo que se decidió ejercer la disciplina, mejorar los servicios y reducir la carga burocrática y regulatoria mediante la digitalización de trámites.

Arriola detalló que a tres años de esto, el déficit fiscal se redujo y en el presente año hubo 72 por ciento de ahorro en el uso de las reservas, pese al incremento de 10 por ciento en la atención a derechohabientes.

Las reservas en la actualidad son de 45 mil millones de pesos, lo que podría sonar muy grande, pero el IMSS gasta mil 200 millones de pesos al día.

A la pregunta del perredista Fernando Mayans, presidente de la Comisión de Seguridad Social, sobre la posibilidad de un rescate financiero de ese instituto, a fin de que cumpla con sus pasivos laborales –como se ha hecho con Pemex y la CFE–, Arriola respondió: Me parece que el gobierno no le tiene que entrar con más dinero. El IMSS tiene una capacidad recaudatoria de más o menos tres puntos del PIB, y debe ser muy disciplinado con su gasto, insistió.

Al senador del PRI Joel Ayala, que preguntó cómo hará frente el instituto al pago de pensiones, que pueden incluso ser factor de desestabilización, le respondió que la reforma de 1993, por la que se crearon las Afore, le quitó presiones al gasto público del orden de 23 puntos del PIB en los próximos 30 años.

En el caso de los trabajadores de ese instituto, el régimen anterior a 1993 le generó una deuda actuarial de 2 mil millones de millones de pesos, que tenemos que pagar de aquí a 2080.

El funcionario dejó satisfecho al senador del tricolor y dirigente sindical Isaías González Cuevas, quien se quejó de que no se ha incrementado la infraestructura hospitalaria de Baja California. Se va a construir una nueva unidad médica en Los Cabos y a ampliar y remodelar tres hospitales en la entidad, respondió. Pensamos que vamos bien y que vamos a lograr las metas, concluyó.