Martes 22 de noviembre de 2016, p. 2
Madrid. Investigadores de la Universidad de Rockefeller (Estados Unidos) analizan en ratones los cambios moleculares que se producen en la piel con el envejecimiento para desentrañar las causas que hacen que las heridas tarden más en curarse con la edad. El trabajo, publicado en la revista Cell, muestra que con el envejecimiento se interrumpe la comunicación entre las células de la piel y las células inmunes y por ello se ralentiza su reparación, según detallan los autores. Este descubrimiento sugiere nuevos enfoques para el desarrollo de tratamientos que puedan acelerar la curación en personas mayores
, admitió Elaine Fuchs, autora del estudio, quien también trabaja en el Instituto Médico Howard Hughes. Cuando se produce una herida el cuerpo necesita repararla rápidamente para restaurar su barrera protectora de la piel mediante la cicatrización, uno de los procesos más complejos que se producen en el cuerpo humano. En este proceso colaboran numerosos tipos de células, vías moleculares y sistemas de señalización que trabajan a lo largo de diferentes fases temporales que varían de segundos a incluso meses en función de la edad del individuo.