El líder del Partido de la Revolución Democrática en la Ciudad de México, Raúl Flores García, hizo un llamado solidario al jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, a no incrementar la tarifa del transporte público concesionado, pues afectaría aún más los bolsillos de la población.

Por el contrario, planteó que emprenda una serie de economías en el aparato de gobierno, y los recursos que se obtengan se dirijan a aliviar el tema de las alzas en microbuses y taxis.

En entrevista, manifestó que esos ajustes en el gasto público podrían implicar la toma de “decisiones dolorosas, pero vamos a apoyarlas para que podamos salir adelante sin incrementar el costo del transporte.

Incluso, comentó, en la Asamblea Legislativa se tomarían acciones que beneficien a la canasta básica de los capitalinos, al tiempo que se fomenten tecnologías innovadoras para que se pueda contar con combustibles alternos para movilizar el parque vehicular concesionado.

En una postura totalmente encontrada, Jesús Padilla Zenteno, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) Ciudad de México, dijo que el incremento a la tarifa del transporte público concesionado es necesario no sólo para cubrir el alza a los combustibles, sino para continuar con la sustitución de unidades y revertir el rezago en la implementación de nuevas tecnologías.

Los cobros de cuatro, cinco y 5.50 pesos en microbuses, autobuses y corredores de transporte, respectivamente, son las más bajas de muchas ciudades en América Latina y del país, pero no podemos pensar que de un plumazo se van a ajustar a la alza, afectando a la ciudadanía.

Agregó que no aumentar la tarifa ha detenido los proyectos de muchos concesionarios de cambiar sus unidades viejas por nuevas, mismas que han tenido un incremento hasta de 50 por ciento, ante la volatilidad del dólar, y corre el riesgo de caer en cartera vencida y hasta perder sus unidades, patrimonio y empleo.

Padilla Zenteno, también dirigente de la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad, que aglutina a 12 mil concesionarios, comentó que el costo de un viaje en Tijuana es de 13 pesos; en León, 11; en el estado de México, 16; en Chiapas, nueve, y en Sao Paulo, Brasil, 19 pesos.

“No se trata –precisó– de abusar de la gente y cobrar una tarifa no autorizada, sino llegar a un acuerdo con la autoridad que permita absorber en parte el gasolinazo, continuar con la sustitución de vehículos que ya cumplieron su vida útil e implementar nuevos corredores de transporte o Metrobús”.