Habitantes del pueblo de Santa María Nativitas manifestaron que no permitirán que el Gobierno de Ciudad de México lleve a cabo remedios al vapor o haga parches para subsanar los agrietamientos y socavones que se registraron en la carretera vieja a Xochimilco, que se encuentra cerrada e imposibilita el acceso a varios pueblos de la zona.

En asamblea, los moradores acordaron instalar un plantón permanente para evitar el paso sobre dicha arteria y exigieron que se realicen estudios con especialistas de universidades públicas para que hagan un diagnóstico y planteen su solución a corto, mediano y largo plazos.

El Frente Autónomo de Xochimilco detalló que la grieta que se formó como consecuencia del sismo del pasado 19 de septiembre tiene una extensión de 150 metros, desde el tramo conocido como la Lechería hasta el retorno de las pipas, lo que ha afectado el tránsito hacia los poblados de Nativitas, Santa Cruz Acapixca, San Luis Tulyehualco y San Gregorio, donde 35 personas perdieron la vida y la ayuda aún sigue siendo crucial.

Ante ello, consideró que es urgente que se haga un diagnóstico sobre la gravedad del problema, y con la intervención gubernamental se solucione con una infraestructura carretera confiable y sin repercusiones para los habitantes aledaños a la falla geológica, y en beneficio de los pueblos y delegaciones vecinas.

Sin embargo, anotó, las autoridades de Xochimilco delegaron esta responsabilidad al gobierno central, por tratarse de una vía primaria, y hasta ahora el mandatario local, Miguel Ángel Mancera, sólo anunció –el pasado día 3– la reparación de la carretera, sin ofrecer mayores detalles.

Después del sismo, los pobladores de Nativitas cerraron el acceso a vehículos automotores en el tramo carretero afectado, donde previamente se había registrado un socavón –sin rellenar aún–, por el riesgo que representa un desplazamiento de la misma.

El paso vehicular se mantiene en la parte baja de la vía, debido a que es necesario para que llegue el apoyo a los damnificados de los pueblos.