elsinki. El cine finlandés tiene un problema.

Este problema se llama Aki Kaurismäki. El enorme prestigio y la sólida presencia, nacional e internacional, del cine de Kaurismäki han tenido como consecuencia una especie de oscuridad respecto del resto del cine de Finlandia. Para conocer un poco la situación del cine finlandés actual, acudo a la sede de la Fundación del Cine Finlandés situada en Kanavakatu (Calle del Canal) aquí en la capital finlandesa. Mi encuentro con Jaana Puskala, directora del Departamento Internacional de la Fundación, me aclara varios puntos importantes. Su primera declaración:

–En Finlandia hay una muy buena cuota de mercado para el cine doméstico; tenemos uno de los más altos porcentajes a nivel europeo, alrededor de 28 o 29 por ciento. Esto es algo que queremos fomentar y expandir aquí en la Fundación y, claro, apropiarnos del crédito por ello, ya que hemos logrado generar muchos filmes de interés para el público de Finlandia. Y este año, con motivo del centenario de nuestra independencia, hemos tenido varios proyectos especiales, algunos de los cuales ya han sido lanzados, como el más reciente filme de Aki Kaurismäki, El otro lado de la esperanza, que se exhibió en Berlín y ganó un premio.

–¿Y qué hay más allá de Kaurismäki?

–Otra película muy interesante con el sello de Finlandia 100 Años es Tom of Finland, de Dome Karukoski, sobre un muy famoso artista finlandés gay, a la que le ha ido muy bien en Finlandia y en el mercado internacional. Eso es lo importante: que nuestras películas generen interés doméstico y a la vez sean reconocidas internacionalmente. A pesar de que es joven, Karukoski ya tiene una muy respetable filmografía, y creo que el siguiente paso para él es hacer una película en Estados Unidos.

En este punto, me permito comentarle a Jaana Puskala mi deseo de que, de ser así, Hollywood no arruine a Karukoski, como lo ha hecho con tantos otros buenos directores europeos.

Siguiente tema: el cine finlandés en general, ¿es financiado por el gobierno, por dinero privado, o por un esquema mixto?

–La tendencia más reciente es que se están produciendo más y más filmes sin nuestro apoyo, mientras en años anteriores la mayoría de las películas finlandesas tenían financiamiento nuestro, es decir, del Estado.

Yo diría que hay unos tres o cuatro filmes al año que se producen totalmente con dinero privado, lo que es muy interesante. Nosotros financiamos alrededor de 25 películas al año, incluyendo largometrajes documentales.

“El enorme peso internacional de Kaurismäki, ¿ha impedido en cierta manera que el mundo conozca el resto del cine finlandés?

–Sí, definitivamente. En los muchos años que llevo trabajando en esta casa he percibido que los cineastas jóvenes tienen la impresión de que el prestigio de Kaurismäki los está dejando en la sombra. Pero al mismo tiempo el mundo dice: Está bien, aquí está Kaurismäki pero, ¿qué más hay de cine en Finlandia? Si un país tan pequeño como el nuestro se da a conocer a través de un nombre tan grande, después de un tiempo eso crea más espacio para los que siguen.

–¿Hay en este momento alguna tendencia particular en el cine finlandés hacia determinados géneros o temas, o el espectro es amplio?

–Es muy abierto en general. Pero los grandes blockbusters son las películas familiares o para niños, que siempre están a la cabeza de las listas. Y también están las grandes comedias, y a finales de octubre saldrá una tercera versión fílmica del que quizá sea el libro finés más conocido, El soldado desconocido, de Väinö Linna, dirigida por Aku Louhimies.

“Tenemos grandes expectativas, y calculamos que puede llegar al medio millón de espectadores, sobre todo entre las generaciones mayores.

“La primera versión sigue siendo uno de los grandes hits de nuestro cine, y la seguimos viendo por televisión cada día de la independencia.”

Pequeños botones de muestra de que sí hay buen cine finlandés más allá de Aki Kaurismäki (y su hermano Mika).

A buscarlo, a verlo, que tiene cosas muy interesantes. ¿Nombres? Juho Kuosmanen, Selma Vilhunen, Zaida Bergroth, Teemu Nikki, Timo Vuorensola, Joonas Berghäll y los arriba mencionados.