Por actividades humanas y fenómenos meteorológicos, alza en emisiones de CO2
Martes 31 de octubre de 2017, p. 36
Ginebra.
La concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera nunca ha aumentado tan rapidamente como en 2016, informó ayer en Ginebra la Organización Meteorológica Mundial (OMM) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Ese rápido incremento se debió a las actividades humanas y a fenómenos meteorológicos como El Niño, con la elevación de la temperatura en el océano, y las sequías en los trópicos. Por ello los océanos y, por ejemplo, los bosques, no pudieron absorber tanto dióxido de carbono (CO2) como en años anteriores.
El nuevo boletín de gases de efecto invernadero de la OMM sirve de base para la conferencia climática que tendrá lugar en Bonn, Alemania, el 6 de noviembre, además del reporte, que se publica este martes, del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) sobre los avances en la reducción de los gases perjudiciales para el clima.
El Informe de la brecha de emisiones (Emissions Gap Report) del Pnuma señala lo que debe hacer la población para limitar el calentamiento global a dos grados hasta finales de este siglo, como señala el Acuerdo de París.
El secretario general de la OMM, Petteri Taalas, lanzó una advertencia: Sin la rápida reducción de las emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero nos dirigimos hacia un peligroso aumento de las temperaturas a finales del siglo, que están mucho más por encima de los objetivos del acuerdo climático de París. Las generaciones futuras heredarán un planeta claramente inhóspito
. La concentración de CO2 en la atmósfera en 2016 fue de 403.3 partes por millón (ppm), frente a las 400 del año anterior, según la OMM. El anterior récord se reportó en 2013, con una subida mucho menor a las 2 ppm. En 1996, la concentración aún era de 362 ppm.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica estadunidense registró en agosto de 2016 una concentración de CO2 de 402.9 ppm; sin embargo, la OMM cuenta con los datos del doble de estaciones de medición, explicó la investigadora de la OMM Oksana Tarasova.
Hasta la revolución industrial, en torno al año 1750, la concentración estuvo al menos durante 800 mil años por debajo de las 280 ppm, indica el informe. Las muestras de hielo en las que se encuentran antiguas burbujas de aire permiten medir las concentraciones en épocas anteriores. Según los análisis de fósiles, los expertos calculan que hace entre 3 y 5 millones de años hubo una concentración de CO2 como la actual.
En ese tiempo la temperatura aumentó entre 2 y 3 grados y el hielo de Groenlandia y de la Antártida Occidental se derritió, lo que causó que el nivel del mar se elevara entre 10 y 20 metros. Si la concentración de CO2 sigue aumentando rápidamente, se pueden desencadenar cambios climáticos sin precedentes, con trastornos ecológicos y económicos graves
, advierte la OMM.
Junto con el crecimiento de la población, la agricultura intensiva y la deforestación, la industrialización y el uso de combustibles fósiles contribuyen al aumento de la concentración de gases de efecto invernadero. El CO2 es el gas de este grupo más importante.