En América Latina, entre las mujeres menos escolarizadas predominan las uniones tradicionales, éstas se dan generalmente antes de los 19 años, con fecundidad alta y temprana y con mayor probabilidad de que el cónyuge sea mayor que ella, revela el estudio El Progreso de las Mujeres en América Latina 2017, realizado por ONU Mujeres.

Caso contrario pasa con las mujeres con mayores niveles de instrucción que han retrasado el momento en el que forman uniones, matrimoniales o de hecho, y la fecundidad es más baja y retardada, además de que existe menor probabilidad de diferencia de edad con su pareja.

En el documento se expone que en países como Brasil y México, que han experimentado retrasos en la edad media de las mujeres al casarse, las uniones conyugales tempranas y el matrimonio infantil y precoz sigue siendo un problema importante.

La incidencia más alta del matrimonio temprano de la región se observa en Brasil (36 por ciento), México (23), República Dominicana (37), Honduras (34) y Nicaragua (41 por ciento).

ONU Mujeres expone que en México, según estimaciones, una de cada cinco mujeres se casa antes de cumplir 18 años. La situación se torna más grave en el caso de las niñas y adolescentes indígenas, “en cuyas comunidades el régimen patriarcal dominante, los ‘arreglos’ nupciales, los embarazos a temprana edad y la entrega de dotes a cambio de consentimiento de la padre para celebrar los matrimonios entre aquellas y personas adultas, son una práctica cultural común que vulnera sus derechos”.

En países como Ecuador, Panamá y República Dominicana, más de 20 por ciento de las mujeres entre 15 y 19 años indican haber estado unidas alguna vez y la diferencia de edad con los hombres es muy marcada. En Argentina, Brasil, Chile y Uruguay el porcentaje en este mismo rango de edad es menos de 15 por ciento.

Con respecto al tipo de uniones, las de hecho han cobrado importancia frente al matrimonio formal, particularmente entre las mujeres jóvenes. En Brasil y El Salvador, por ejemplo, más de la mitad de las mujeres unidas de entre 25 y 29 años estaba en uniones de hecho.

ONU Mujeres señala que a pesar del aumento en este tipo de uniones, existe diferencia entre los países con respecto al reconocimiento legal. Cuando no se reconoce, hay menor protección legal para la mujer ante la disolución del vínculo conyugal.

Expone que en los divorcios o las separaciones las mujeres tienen una mayor probabilidad de enfrentar dificultades económicas como consecuencia de éstos. En América Latina una proporción creciente de parejas se disuelve.