Mujeres recorrerán Morelos y Guerrero para hallar a sus hijos
Martes 6 de marzo de 2018, p. 10
Cuernavaca, Mor.
La tercera Caravana de Búsqueda en Vida Morelos-Guerrero comenzó ayer en esta capital, con una actividad de concienciación
en la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), una misa oficiada por el obispo de Cuernavaca, Ramón Castro, y una marcha.
Integrantes de colectivos de familiares de desaparecidos, provenientes de varios estados del país, aseguraron que de nuevo iniciarán una jornada de búsqueda de sus parientes, porque las corporaciones policiacas y las fiscalías federales y estatales no hacen nada para encontrarlos.
El acto en la UAEM y la misa en la catedral se efectuaron en la mañana y al mediodía, mientras la marcha comenzó a las 18 horas. Al cabo de 40 minutos, ésta llegó al zócalo. Las mujeres mostraron las fotos de sus hijos a los morelenses que salieron a observar la manifestación, por si los habían visto y tenían alguna pista para hallarlos.
Angélica Rodríguez Monroy, madre de la universitaria Viridiana Morales Rodríguez, quien desapareció en 2012 en Morelos, recordó que la primera Caravana de Búsqueda en Vida se efectuó en Torreón, Coahuila; la segunda, en Oaxaca, y esta tercera comenzó en Morelos y terminará en Acapulco, Guerrero.
Madres entrevistadas aseguraron que la Federación no cumple su función de hallar a los desaparecidos mediante la Policía Federal y la Procuraduría General de República. “Los del gobierno federal han sido omisos, los gobiernos estatales también. Casi todas las búsquedas están paradas (en las fiscalías), por eso nosotros caminamos y realizamos esta caravana (…) En los estados que visitamos nos reciben las madres de desaparecidos, ya ve que en todos los estados hay personas ausentes”, dijo Patricia Manzanares Ochoa.
El Estado está en deuda con todas las madres, porque falló, porque tiene la obligación de salvaguardar la integridad de todos los habitantes y no nos protegió ni protegió a nuestros hijos, que ahora no están en sus casas, en sus trabajos, en sus estudios universitarios
, lamentó.
Manzanares Ochoa sostuvo que un ejemplo de la omisión del Estado es el que su hijo, Juan Hernández Manzanares, era policía federal. Desapareció el 20 de febrero de 2011 en Nuevo León, cuando tenía 22 años, y desde entonces se ignora su paradero.