Después de una larga lucha para demostrar que fue víctima de tortura y sometido a un proceso judicial en su contra por un delito que no cometió, Juan Carlos Yáñez, ex policía estatal en Tlaxcala, y seis compañeros más que padecieron lo mismo, recibieron una disculpa pública del gobierno de ese estado.

En una ceremonia realizada el viernes pasado se reconoció que los ex uniformados fueron torturados para autoinculparse de secuestro.

El ex policía dijo en entrevista que no basta con eso, sino que tienen que ser sancionados los ex funcionarios involucrados, entre ellos quien fuera procuradora local, Alicia Fragoso Sánchez, a quien señaló como la principal responsable de su detención y de los actos de tortura a los que fue sometido.

Él y sus compañeros fueron detenidos por policías ministeriales en enero de 2015 se les acusaba de secuestro, los torturaron para que confesaran ser parte de una banda de plagiarios y estuvieron incomunicados. Pasó dos años y ocho meses en el Centro de Readaptación Social de Apizaco, hasta que fue liberado porque las personas que supuestamente habían sido secuestradas señalaron ante el juez que no fue así. En su caso incluso intervino la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

Se le aplicó el Protocolo de Estambul, que dio positivo para tortura, y recientemente la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Tlaxcala emitió una recomendación en la que acreditó que Juan Carlos y sus compañeros fueron vulnerados en sus garantías fundamentales.

Fuimos víctimas porque nos metimos con su dinero y negocios por las detenciones que como policías hacíamos, por eso me cambiaron la vida. Hoy no soy más policía, ahora me dedico al comercio, sufro de lumbalgia crónica, me lastimaron la columna, soy hipertenso y tengo complicaciones gástricas derivadas de las golpizas que me dieron.