peligroso precipicio, advierte Putin
Viernes 21 de diciembre de 2018, p. 26
Moscú. El titular del Kremlin, Vladimir Putin, subrayó este jueves que Estados Unidos, con su proclamada intención de abandonar tratados clave en materia de desarme nuclear, empuja al mundo hacia un peligroso precipicio
, y advirtió que Rusia está preparada para hacer frente al desafío de garantizar su seguridad, aunque se vea obligada a invertir más recursos en una nueva carrera armamentista.
El jefe del Ejecutivo ruso reiteró que si Washington se retira del Tratado INF (por sus siglas en inglés, firmado en 1987 para eliminar los misiles de corto y medio alcance, fundamentalmente en Europa, que en esa época era el campo de confrontación entre Occidente y el bloque socialista), Moscú tendrá que tomar medidas para restablecer el equilibrio estratégico.
Sin entrar en detalles, Putin dio a entender lo que hace poco señaló sin ambages el Estado Mayor del ejército ruso en el sentido de que las ciudades europeas volverán a estar en la mira de los misiles rusos, como en los tiempos de la guerra fría.
Criticó que Washington no dé señales de querer sentarse a negociar la extensión de otro crucial pacto que limita el número de misiles balísticos y de ojivas nucleares, que expira en 2021.
“Asistimos a la desintegración del sistema global de control de armamento (…) No quiere (Estados Unidos) hablar de esto, no importa. Vamos a sobrevivir y a garantizar nuestra seguridad, que sabemos cómo hacerlo”, repitió.
El presidente ruso dijo también que Estados Unidos está considerando instalar cargas convencionales en misiles balísticos, lo cual –en su opinión– genera confusión y aumenta el riesgo de desencadenar una hecatombe nuclear.
Si ello sucediera, ni Dios lo quiera, podría destruir toda la civilización, ser el fin de nuestro planeta. Espero que prevalezca el sentido común y que el instinto de conservación no lleve las cosas a esos extremos (apocalípticos)
, expresó.
El mandatario ruso habló en la conferencia de prensa que cada año ofrece a reporteros. La mayor parte de las preguntas, como siempre, fueron formuladas por enviados venidos de toda Rusia, que convirtieron la sala en un espectáculo por su forma de llamar la atención con carteles, banderitas y trajes típicos, mientras los pocos periodistas de medios críticos que asistieron se quedaron con las ganas de preguntar algo.