Jueves 27 de diciembre de 2018, p. 19
Bagdad. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó este miércoles que su gobierno no tiene previsto un retiro de las tropas estadunidenses que están en Irak, después de que anunció la retirada de sus fuerzas instaladas en Siria y la reducción de militares desplegados en Afganistán.
Después de un vuelo nocturno desde Washington en el Air Force One, el mandatario llegó en la base aérea de Al Asad, en el oeste de esta capital, en una visita sorpresa a las tropas estadunidenses por las fiestas de Navidad. En este viaje lo acompañó su esposa, Melania, un pequeño equipo de asesores y agentes del Servicio Secreto, además de un grupo de periodistas.
Trump dijo durante el traslado que puede usar el territorio iraquí como zona de operaciones regionales para atacar a sus adversarios. Si vemos que está pasando algo que no nos gusta con el Estado Islámico (EI), podemos atacarlos tan rápido y tan fuerte que ni siquiera van a saber qué pasó
, añadió.
Posteriormente dio un discurso ante cientos de soldados estadunidenses en el que defendió su decisión de retirar tropas de otros países: Estados Unidos no puede seguir siendo el policía del mundo. Es injusto cuando sólo nosotros asumimos la carga, y ya no queremos que otros países se aprovechen de nosotros, de nuestros increíbles militares. No pagan por ello y tendrán que hacerlo
.
Durante su visita, que duró casi cuatro horas, Trump visitó a soldados en sus campamentos y habló en privado con líderes militares de la base.
Líderes políticos y de milicias iraquíes consideraron la visita de Trump una violación a la soberanía de su país y apuntaron que una reunión entre el jefe de la Casa Blanca y el primer ministro Adel Abdul Mahdi se canceló por un desacuerdo sobre dónde realizarla, por lo que sólo hubo entre ambos una conversación telefónica, en la cual hablaron sobre la actual situación de seguridad en Medio Oriente, principalmente del retiro de tropas estadunidenses de Siria y la cooperación entre ambos gobiernos para luchar contra el EI.
Por cuestiones de seguridad, la Casa Blanca mantuvo con un perfil muy bajo este viaje; además, no permitió a los periodistas que acompañaban al presidente informar sobre este hecho hasta dos horas después de haber aterrizado en Bagdad.
Este tipo de convivencias se convirtieron en una tradición para los gobiernos después los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos.
La reunión se realiza después de que el presidente decidió la semana pasada retirar a las fuerzas estadunidenses de Siria y a 7 mil soldados de Afganistán, donde redujo a la mitad el número de elementos. Este anuncio estuvo entre las causas de la renuncia del ex secretario de Defensa, Jim Mattis.
El Pentágono mantiene en Irak más de 5 mil efectivos, después de 15 años de haber invadido el país.