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Lamentan cierre del albergue para migrantes en el Faro Tláhuac
 
Periódico La Jornada
Sábado 29 de diciembre de 2018, p. 10

Los albergues de migrantes en Ciudad de México nacieron por falta de espacio y para proporcionar refugio a las personas en situación de movilidad. El cierre del campamento temporal en el Faro Tláhuac recuerda la necesidad que tienen estos espacios permanentes en materia de recursos, tanto materiales como humanos, destacó en entrevista Gabriela Hernández, directora de Casa Tochán.

En la capital del país hay cuatro alojamientos específicos para personas en migración: la Casa Tochán, la Casa de Acogida y Formación para Mujeres y Familias Migrantes, el Proyecto Casa Mambré (de las misioneras de San Carlos Borromeo o scalabrinianas) y Hermanos en el Camino. Estos espacios son coordinados por la sociedad civil y respaldados por integrantes de la Iglesia católica, explica Hernández.

Uno de los principales retos para los activistas que brindan morada y apoyo a los migrantes es la carencia de estas áreas: En ningún albergue tenemos espacio suficiente, menos en Ciudad de México, explicó Hernández, quien opera Casa Tochán desde hace siete años. Ahora que se vienen las caravanas, hay menos espacio, advirtió en entrevista.

Agregó que las pasadas administraciones federal y local no prestaron atención a la necesidad de poner albergues. Por ello la medida que el gobierno del presidente Donald Trump quiere aplicar para que los solicitantes de asilo en Estados Unidos sean enviados a México en tanto que se desahoga su proceso, como sociedad civil nos aterra, porque no se podrían dar abasto: no hay infraestructura donde se puedan quedar. Habría que ver dónde los acomodan.

La defensora de los derechos de migrantes llamó a las autoridades a reforzar los albergues establecidos para que puedan extender sus capacidades, dotándolos de recursos materiales u otorgándoles facilidades en pagos de servicio –como agua o predial– y ofreciéndoles nuevos espacios para que tengan capacidad para recibir más personas.

La Comisión de Derechos Humanos de Ciudad de México informó del cierre del albergue del Faro Tláhuac luego de casi dos meses de operación para recibir a integrantesde la tercera caravana, acompañada por el sacerdote Alejandro Solalinde.

La mayoría de las 45 personas que permanecían en El Faro contaban con documentos migratorios; 25 fueron trasladadas al albergue Hermanos en el Camino, ubicado en la colonia Martín Carrera, alcaldía de Gustavo A. Madero, y el resto ya habían sido contratados por empresas de Monterrey, Guadalajara y Morelia, entre otras ciudades.

El cierre del albergue temporal, señala Gabriela Hernández, recuerda la necesidad de abrir más espacios para migrantes que no sean carpas, pues un campamento no ofrece las mejores condiciones de vida para una persona que ha dejado su lugar de origen.