La situación regresa a la normalidad
, dice Bolsonaro
Domingo 25 de agosto de 2019, p. 21
Porto Velho. El Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales de Brasil informó ayer que mil 663 nuevos incendios se declararon entre el jueves y el viernes, más de la mitad en la Amazonia, en medio del clamor mundial que llevó al presidente Jair Bolsonaro a movilizar tropas para combatirlos.
El diario británico The Independent citó a expertos quienes advierten que la selva amazónica se acerca a un punto de inflexión
en el que un tercio de su ecosistema podría ser diezmado irreversiblemente. La pérdida de enormes áreas del bosque tropical resultaría en la erradicación de miles de especies, así como la liberación de grandes cantidades de carbono. Tal devastación podría significar una catástrofe para el planeta debido a las implicaciones para el cambio climático.
Seis de los nueve estados brasileños de la región amazónica solicitaron al gobierno el envío de fuerzas armadas: Pará, Rondonia, Roraima, Tocantíns, Mato Grosso y Acre.
El ministro de Medio Ambiente de Brasil, Ricardo Salles, calificó de bobería
que se diga que la Amazonia pertenece a la humanidad
.
El mandatario neofascista autorizó la víspera el apoyo militar para combatir la cifra récord de fuegos en la selva tropical más grande del mundo, en respuesta a las críticas internacionales.
En Brasilia, el ministro de Defensa, Fernando Azevedo, anunció que los operativos empezaron en Rondonia con el despliegue de 700 soldados. A su capital, Porto Velho, una ciudad de medio millón de habitantes cubierta estos días por una capa de humo, fueron enviados seis aviones de combate de incendios, entre ellos dos Hércules C-130 de la Fuerza Aérea Brasileña, con capacidad de 12 mil litros de agua.
Azevedo afirmó que 43 mil militares que están permanentemente en la Amazonia están disponibles para actuar ahí donde se les requiera para apagar los fuegos.
A pesar de que se registraron nuevos incendios, Bolsonaro aseguró a los reporteros que la situación regresaba a la normalidad. Añadió que habló con todos
sobre el problema, incluido Trump, el primer ministro español Pedro Sánchez y varios mandatarios de países latinoamericanos.
En lo que va de año se han registrado 78 mil 383 incendios forestales en todo el país, el peor dato para ese periodo dese 2013. Los expertos atribuyen el aumento de los incendios al avance de la deforestación, pues el fuego se usa para limpiar las áreas ya deforestadas o para preparar la tierra para el cultivo o el pastoreo.
Bolsonaro insinuó a principios de semana que los fuegos podrían ser provocados por las ONG para llamar la atención en su contra, después de que el gobierno cortara sus fondos, lo cual provocó una oleada de críticas.
Miles de personas protestaron en Brasil y en otras ciudades latinoamericanas y europeas el viernes contra las políticas de Bolsonaro, a las que culpan de provocar la catástrofe ambiental. Se convocaron nuevas marchas este fin de semana.
Líderes progresistas de España y América Latina, entre ellos los ex presidentes Fernando Haddad, Rafael Correa y José Luis Rodríguez Zapatero, denunciaron en un texto que tras la llegada al poder de Bolsonaro hubo un brutal revés ambiental
, como prueba de ello los incendios, que constituye una agresión incalculable a la soberanía
de Brasil y que compromete el futuro de los jóvenes, informó el portal Brasil247.
Bolsonaro no sólo está incendiando la Amazonia, sino que está quemando la soberanía de Brasil, la soberanía de los demás países de la cuenca del Amazonia y el futuro de toda la humanidad
, señaló.
Salles, en entrevista con el diario Estadão sobre las propuestas de convertir el Amazonas en patrimonio de la Humanidad por ser el pulmón
del planeta, respondió: El Amazonas no es el pulmón del mundo. Eso ya se ha dicho y está reconocido. La Amazonia tiene su ciclo cerrado. Emite lo que ella misma consume (...). Es un patrimonio brasileño. Esa historia de que pertenece a la humanidad es una bobería. Nosotros tenemos la soberanía sobre la Amazonia
, subrayó.
Por otra parte, la superficie arrasada por los incendios que asolan Bolivia ascendió ayer a 950 mil hectáreas en lo que va del año, de las cuales 744 mil se quemaron en los últimos 15 días, de acuerdo a datos oficiales, a pesar de las operaciones que desde el viernes realiza el avión cisterna de Boeing SuperTanker 747-400.
Cliver Rocha, director nacional de la Autoridad de Fiscalización y Control de Bosques y Tierra (ABT), precisó que 32 por ciento del bosque de la Chiquitania, en la región oriental de Santa Cruz, está quemado.
El ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, informó que dos parques nacionales fueron regados por la tarde con el agua de la aeronave cisterna, dando esta vez prioridad a las áreas protegidas como la reserva Tucavaca y el parque Nacional Otuquis, a 700 kilómetros al sureste de La Paz.
En la zona ayudan cientos de voluntarios, tres helicópteros, alrededor de mil bomberos forestales que se les unieron y otros mil militares y policías.
Nuestra Chiquitania se nos muere. Es nuestra riqueza vegetal, animal, es para todo el mundo no sólo para los bolivianos
, dijo a la agencia Ap el voluntario Rafael Pinto, de 17 años, quien portaba una mochila fumigadora con la que lucha contra este desastre.
El ministro de Defensa, Javier Zavaleta, informó que ya son mil 817 familias afectadas en 11 municipios. Su despacho también reportó que hay en riesgo 94 mil 669 cabezas de ganado y seis patrimonios culturales.
El alcalde de la localidad turística de San José de Chiquitos, Germán Caballero, mencionó que el fuego también está cerca del Pantanal, el manglar de agua dulce más grande del mundo y que Bolivia comparte con Brasil y Paraguay. Las autoridades bolivianas de momento no lo confirmaron.