Opinión
Ver día anteriorDomingo 25 de agosto de 2019Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Despertar en la IV república

Una democracia difícil

Bajo la lupa

No fue broma la compra de Groenlandia por Trump: cancela su visita al Reino de Dinamarca

José Agustín Ortiz Pinchetti
Alfredo Jalife-Rahme
Telescopio

Nerón brasileño

El Buscón
La Jornada Guerrero
Desde otras ciudades

Goslar, ciudad Patrimonio de la Humanidad, es testigo del talento de un escultor mexicano

Mar de historias

La maestra Beni

Cristina Pacheco
Puntos sobre las íes

Recuerdos // Empresarios (CXI)

¿La fiesta en paz?

Luis David Adame en Bilbao, grandeza torera

Leonardo Páez
EU, China y la incompetencia del G-7
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aso a paso, en una sucesión de sanciones económicas que originan puntuales represalias, el conflicto que enfrenta a los Estados Unidos de Trump con la China de Xi Jinping va cobrando el perfil de lo que podría ser un peligroso camino sin regreso. De momento, el enfrentamiento tiene lugar en el complicado terreno de la economía y las finanzas; pero ya se sabe que economía y política se influencian recíprocamente, al punto de que a veces es difícil establecer la línea fronteriza que separa las dos esferas. Y si los mandobles económicos que a instancias de Washington se vienen asestando los dos gigantes llegan a traducirse en coscorrones políticos, lo que está en juego es nada menos que la paz mundial (si puede llamarse paz a la multitud de contiendas locales esparcidas por el planeta).

El Correo Ilustrado

Sugerencia para Sheinbaum y AMLO

C

omo una acción institucional más del gobierno para combatir la violencia contra las mujeres, sería recomendable que en los espacios públicos se pudieran ofrecer de manera gratuita clases de defensa personal para mujeres de cualquier edad y pláticas informativas para detectar diversos tipos de violencia.

En el hoyo, pero contentos
Q

ué bueno que haya mexicanos que no sólo estén contentos sino felices, aunque la realidad sea rejega. No hay modo de hacer que sus datos y cifras concurran con los que alimentan el diario diagnóstico presidencial. Esperemos que de este desencuentro no surja la idea, siempre larvada en los corredores del poder, de acabar con el mensajero. O negar sus lúgubres mensajes.

Jair Bolsonaro, el destrozador desgobernado
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ntre el primero de enero de este año y el pasado 20 de agosto transcurrieron exactos 232 días. En ese periodo fueron registrados casi 80 mil incendios en las selvas amazónicas. Es decir hubo unos 340 focos de fuego intencional, destructor, a cada día. Más de 10 incendios por hora.

Rolando Cordera Campos
Eric Nepomuceno
Argentina: dos caminos
E

l gobierno de Mauricio Macri, como un boxeador groggy, apenas si se mantiene en pie y trata de recuperar algo de fuerza y de apoyo en el poco tiempo que queda hasta las elecciones generales de octubre en las que recibirá el golpe de gracia.

El uranio en México puede ser positivo
E

l domingo pasado empezamos a ver cómo ha estado en México la producción de uranio. Vamos a seguir con lo que pasó y con lo que ocurrirá.

Guillermo Almeyra
Antonio Gershenson
La marcha de la economía estadunidense: la quinta
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ace menos de 10 días se publicaron los datos de julio sobre la evolución económica de la industria de nuestros vecinos. Sin duda se registra una retracción, menos –lo veremos en algún momento– la de alta tecnología. Sí. Pero, en general, acumula siete meses de descenso. A partir de enero de este año no sólo dejó de crecer, sino empezó a bajar en relación con el mayor nivel registrado recientemente, diciembre 2018. Por cierto, ese mes apenas superó en 4 por ciento al anterior valor máximo de diciembre de 2014. Y no más de cinco por ciento al máximo previo a la crisis, en diciembre de 2007.

El Mediterráneo, cementerio de pobres
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ientras la culta Europa mira hacia otro lado, miles de subsaharianos mueren ahogados en las aguas de un mar cuya historia está cargada de acontecimientos. Tres civilizaciones, dirá Braudel, han confluido en su articulación política, dando vida a personajes, proyectos de dominación y desencuentros. Ha sido campo de guerra, de control imperial. Ha enfrentado a Occidente, Roma y Grecia; cristianos, ortodoxos, y musulmanes. Hoy es un cementerio de indigentes. La aporofobia: miedo, rechazo, aversión a los pobres se apodera de las clases dominantes de la Europa mediterránea. Miles de emigrantes viven una tragedia, huyen del hambre, la tortura, guerras civiles, canallas, operaciones humanitarias organizadas por la OTAN y los países civilizados, Libia sin ir más lejos. Ingenuos, piensan ser recibidos con los brazos abiertos, tal y como reza el nombre de uno de los barcos que los ha recogido en alta mar: Open Arms. Sin embargo, no son bienvenidos por los gobiernos y autoridades. Provienen de una patera, no de yates o cruceros que hacen la ruta turística por un Mediterráneo donde todo es maravilloso. De ser sus ocupantes los damnificados nadie recriminaría la acción de salvamento. Pero los sobrevivientes son pobres, sus historias irrelevantes. No pertenecen a la beatiful people, ni beben champagne, ni poseen generosas cuentas bancarias. Deberían haber muerto, no tienen derecho a una vida digna. Constituyen un problema. El mismo que enfrentó el Ocean Viking, barco fletado por Médicos sin Fronteras y SOS Mediterranée, con 356 personas rescatadas a bordo, que no tenía donde atracar. Sus ocupantes son apestados. Para justificar su rechazo se les estigmatiza, si se les acoge otros vendrán a continuación, produciéndose un efecto llamada. Hay que ser inflexibles. Su destino es ahogarse o la repatriación.

José Antonio Rojas Nieto
Marcos Roitman Rosenmann
Noble institución
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fines del siglo XIX comenzó el desarrollo de la que habría de nacer como la colonia Americana, rebautizada en 1906 como Juárez, para conmemorar el centenario del nacimiento de Benito Juárez. Creada como fraccionamiento de postín, ofrecía lotes de grandes dimensiones, lo que llevó a la construcción de lujosas mansiones, la mayoría en estilo afrancesado.

Para muestra, el refri
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n cuanto el arquitecto nos entregó la casa, ya en noviembre, corrí a las tiendas para habilitarla de manera que mi hermano y su familia pudieran estrenarla apenas llegaran de Zúrich, Filadelfia y San Francisco a la Ciudad de México, a pasar aquí las fiestas de fin de año, lo que tradicionalmente han hecho desde siempre. Digo tradicionalmente, pero preciso que, durante décadas, la tradición se cumplía en la casa de familia y que, muertos nuestros padres, se renovó en casa de nuestra hermana. Y fue cuando ella murió, que yo he querido retomar la tradición, precisamente en la casa que heredé y que W y yo reconstruimos, con miras a mudarnos a ella para nuestras estancias en la ciudad, mientras sigamos alternándolas con las de Cuernavaca. Sin embargo, lo cierto es que mi pretensión de creer que yo podía competir con mamá o con mi hermana por lo que hace a ser la perfecta anfitriona, maestra hospitalaria y consumada ama de casa, fue un entusiasmo tan distante de mi realidad que, a meses de haberlo echado a andar, sigue causándome inquietud y angustia, además de culpa y, en síntesis, desesperación. ¿Por qué pretendí que yo podía ser, o aspirar a ser, exactamente lo opuesto a como soy?, me pregunto, despierta, insomne, en todo momento acongojada.

Ángeles González Gamio
Bárbara Jacobs
Había una vez... en Hollywood
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ostalgias crepusculares. Hay varias formas de entender (y eventualmente disfrutar) Había una vez… en Hollywood (Once Upon a Time… in Hollywood), el largometraje más reciente de Quentin Tarantino. Las dos primeras remiten al título mismo de la cinta. El inicio habitual de muchos cuentos de hadas (“Había una vez…”) sugiere que el realizador habrá de permitirse algunas libertades propias del género fantástico al evocar un espacio tan cargado de mitologías e ilusiones, como Holllywood, y una época (finales de los años 60), marcada por fenómenos tan contrastantes como los tres días de amor y paz de Woodstock y el más estremecedor suceso de nota roja en esa ciudad de los sueños, la orgía de sangre y odio que protagonizó una secta iluminada, La familia, liderada por Charles Manson, que ejecutó con saña a varios personajes del mundo fílmico, entre ellos a una Sharon Tate embarazada, esposa de Roman Polanski. El título es también un homenaje transparente al cine del italiano Sergio Leone (Érase una vez en América, 1984; Por un puñado de dólares, 1964), uno de los fetiches culturales de Tarantino, y junto con Sergio Corbucci (Django, 1966), realizador de los spaghetti-westerns que Había una vez… en Hollywood emula y parodia de manera gozosa e infatigable.

Carlos Bonfil