Domingo 15 de septiembre de 2019, p. 17
Riad. El movimiento hutí de Yemen atacó ayer dos complejos en el corazón de la industria petrolera de Arabia Saudita, acción que generó incendios en plantas de procesamiento y detuvo parcialmente la producción de crudo y gas en el mayor exportador de hidrocarburos del mundo.
El ministro de Energía saudita, el príncipe Abdulaziz bin Salman, dijo el domingo (hora local) que el ataque con drones contra las refinerías de Abqaiq y Khurais, en el este del país, generó incendios y recortó el bombeo de la estatal Aramco en 5.7 millones de barriles por día, es decir, cerca de 50 por ciento de la extracción actual, de acuerdo con un reporte de la agencia de noticias local SPA.
La cifra representa cerca de 5 por ciento de los suministros globales de petróleo del mundo.
El ministro sostuvo que la paralización sería compensada con el uso de inventarios de Saudi Aramco.
Autoridades aseguraron que las llamas estaban bajo control y reportes de la televisión estatal afirmaban que las exportaciones de crudo continuaban tras el ataque, que según los hutíes involucraron 10 drones.
El asalto de los hutíes ocurrió en momentos en que Saudi Aramco acelera sus planes para salir a la bolsa de valores –lo que podría suceder este año– y se produce tras asaltos contra las instalaciones petroleras del país y tanqueros en aguas del golfo Pérsico.
En agosto pasado los hutíes lanzaron una ofensiva con drones contra el yacimiento de petróleo y gas Shaybah, al que la coalición árabe respondió con ataques contra las posiciones del grupo insurgente en el norte de Yemen.
Los incidentes de la madrugada de este domingo parecen ser los más feroces hasta el momento en la zona.
Desde 2014 Yemen enfrenta un conflicto armado entre los partidarios del presidente legítimo, Abdo Rabu Mansur Hadi, y los rebeldes del movimiento Ansar Alá (hutíes).
En marzo de 2015 Arabia Saudita intervino en el conflicto, del lado de Hadi, y encabeza una coalición militar sunita que incluye a Emiratos Árabes Unidos y otros países árabes.
Riad acusa a la república islámica de armar a los hutíes y ha culpado a Teherán de atentados previos, algo que Irán niega.
Abqaiq se ubica a unos 60 kilómetros al suroeste del complejo central de Dhahran, de Saudi Aramco. La planta de procesamiento gestiona el crudo del mayor yacimiento de petróleo convencional del mundo, Ghawar, y es clave para las exportaciones hacia los terminales de Ras Tanura y Juaymah. También bombea combustible a través del reino hacia los terminales del mar Rojo.
La coalición saudita en Yemen adelantó que confrontaría los ataques terroristas
, por considerarlos una amenaza a la seguridad internacional.
La Casa Blanca dijo que Estados Unidos ayudará a mantener abastecidos los mercados globales de petróleo, tras fustigar la embestida y responsabilizar a Irán.
Estados Unidos condena el ataque contra infraestructura crucial de energía
, aseveró Judd Deere, portavoz de la Casa Blanca, en un comunicado. Confirmó que el presidente Donald Trump habló por teléfono con el príncipe heredero saudita, Mohamed bin Salman.
El secretario de Estado, Mike Pompeo, acusó a Irán del ataque, ya que la república islámica es considerada por Washington aliada del movimiento hutí de Yemen.
Al cierre de la edición, el Departamento de Energía estadunidense manifestó que su país está dispuesto a dar recursos de sus reservas estratégicas petroleras para estabilizar el mercado.
Con información de Afp y Sputnik