Hay traseros de todo tipo, desde redondos y alegres, alzados y traviesos, juguetones y fúnebres; anchos como embarcaciones, colgados como bolsas del mandado. Todos tienen un común denominador: necesitan un lugar para sentarse, expresó Elena Poniatowska.

La periodista y escritora aseguró que la obra de Moisés Cohen Cohen (Ciudad de México, 1955) les brinda esa posibilidad al crear una aguantadora banca de hierro en la que también, hombres, mujeres, ancianos y niños podrían (si se les antojara) escribir y leer, besarse y enjugar sus lágrimas de cocodrilo; una banca que el escultor llama caligrafía y podría llenar las páginas del libro infinito del Paseo de la Reforma.

La Premio Cervantes 2013 participó en la presentación, ayer, en Estación Indianilla (Claudio Bernard 111, colonia Doctores), del libro Una banca, un testigo discreto: una mirada al Ángel de la Independencia durante más de 12 años (Secretaría de Cultura / Estación Indianilla), con textos de Poniatowska, Luis Ignacio Sáinz, Lelia Driben, Eduardo Villegas Megías e Isaac Masri, aunque mayormente de fotografías.

Ludículus, la banca de Cohen Cohen, situada a un lado de la Columna de la Independencia, es una de más de 70 que formaron parte, en 2006, del proyecto urbano Diálogo de Bancas, iniciativa del Gobierno de la Ciudad y el promotor cultural Masri, en Paseo de la Reforma. El artista la donó a la Ciudad de México.

Al mismo tiempo se inauguró Caligrafías, exposición de escultura, relieve escultórico y pintura de Cohen Cohen, en el centro cultural, que incluye una versión más reducida de Ludículus.

Para Eduardo Villegas Megías, coordinador de Memoria Histórica y Cultural de México, la obra de Cohen Cohen da todavía más vida a la avenida más importante de la urbe: “Es la esquina más emblemática de la ciudad. Tenemos el proyec-to de que se vuelva algo así como ‘la esquina de las transformaciones’.

En el ideario del presidente Andrés Manuel López Obrador la guerra de Reforma es la segunda transformación, el Ángel de la Independencia representa la primera y habría que poner algo para que fuera representativo de la Revolución Mexicana, para que se muestren las tres transformaciones anteriores.

Según la crítica de arte Lelia Driben, quien sigue la obra de Moisés desde épocas anteriores a su logradísimo encuentro con la caligrafía, para convertirla en el signo principal de su obra, ésta es un enigma. A veces da a estas caligrafías un contenido, llamémosle así a las palabras que inventa, con los signos de lenguajes distintos y luego muy remotos en el tiempo y el espacio entre sí, como la árabe, la hebrea, el español.

De acuerdo con el escritor Luis Ignacio Sáinz, Cohen Cohen eligió hacer frente a las tentaciones del mundo con la fábrica de esculturas en movimiento, en principio rotadas sobre su propio eje, como si quisieran transformarse en meandros, cintas de Moebius, volviendo sobre sus propios pasos, también anhelando cerrar círculos para contener talismanes de salvación.