contar la verdad
Domingo 8 de diciembre de 2019, p. 21
Madrid. Un día después de la multitudinaria manifestación en las calles de Madrid –en la que se calcula que medio millón de personas marchó para exigir medidas urgentes y efectivas para la defensa del planeta–, diversos colectivos ecologistas realizaron actos de protesta en la capital española y de la Cumbre del Clima de Chile (COP25), por el estallido social de las últimas semanas en el país sudamericano.
La presión internacional aumenta, pues se considera que la reunión es una oportunidad histórica
para adoptar las medidas urgentes que se necesitan para luchar contra el cambio climático.
Con la inercia de la histórica manifestación del viernes en Madrid, un grupo convocado por la plataforma internacional Extintion Rebellion protagonizó dos protestas. En la primera, unos 40 activistas se presentaron con la boca y ojos cubiertos con cinta negra mientras en el torso llevaban escritas con pintura negra reivindicaciones en que instaban a las empresas eléctricas a contar la verdad
.
Esta protesta ocurrió en las inmediaciones de las grandes compañías eléctricas españolas, la mayoría con intereses en México y países de América Latina.
En la segunda, horas después en la Gran Vía de Madrid, unas 100 personas bloquearon la avenida y al ritmo de una batucada difundieron su mensaje ecologista, en el que hicieron un nuevo llamado a los gobiernos y a los poderosos del mundo
para actuar urgentemente contra el cambio climático. Además, protestaron a las puertas de tiendas de ropa para hacer un llamado a la ciudadanía para que reduzca de forma drástica los niveles de consumismo
para abatir la contaminación y la explotación desmedida de los recursos naturales.
Los manifestantes criticaron que, a pesar de las múltiples cumbres
que se han celebrado para abordar el cambio climático, no se han tomado medidas ni adecuadas
ni efectivas
y que, en aquellas parcialmente positivas, se ha visto cómo determinados países no las cumplen
.
Movilidad en las urbes
Además, en la sexta jornada de debates y conferencias en la COP25 cobró especial relevancia el asunto de la movilidad en los espacios urbanos, sobre todo en las grandes ciudades –como la Ciudad de México–, sobre el cual coincidieron en que es más urgente que nunca buscar alternativas al transporte cotidiano, que sean sostenibles y reduzcan los altísimos índices de contaminación que genera el actual modelo.
Entre las alternativas que dieron, se habló de las rutas medioambientales, es decir, conocer nuestras ciudades usando bicicleta y, al mismo tiempo, ser conscientes de las consecuencias que provoca el cambio climático sobre nuestro modelo turístico y plantear soluciones para frenar la emergencia climática.