Sin reversa, la cancelación de la cervecera // Las ambiciones políticas del presidente de Coparmex // Pierden especuladores con el peso
El virus de la desconfianza // Empresarios contra AMLO // Cervecera, coronavirus, rescate
// Presidencia: primero los pobres
La peste y los negocios
AMLO: se acabaron los rescates // Bolsonaro, ídolo del gran capital
Vuelven enfermedades de la pobreza// Se dejó crecer el problema del agua // Empieza la época de estiaje // Adultos mayores son relegados
n la conferencia de medios que todas las mañanas tiene lugar en Palacio Nacional, el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo Montaño, presentó abundante información sobre cifras, tendencias y perspectivas de la violencia y la inseguridad en el país. A su vez, los titulares de la Defensa Nacional, general Luis Cresencio Sandoval, y de Marina, almirante Rafael Ojeda Durán, reseñaron los avances del despliegue de la Guardia Nacional en las distintas regiones de la República y operativos portuarios de combate a la evasión fiscal.
Xenofobia en la Central de Abasto
i marchante local me contó que en la Central de Abasto (CA) hay muchos chinos que han contagiado al mundo con el coronavirus
. Le dije que no es un virus chino, sino internacional, y ellos llevan décadas ahí y son mexicanos. Pero no logré conjurar su miedo, recelo y rechazo xenófobo a extranjeros
a quienes ve como peligrosos para la salud nacional.
l 18 de marzo, tan sólo cinco días antes de cumplirse tres años del asesinato de la periodista Miroslava Breach, Juan Carlos M. (alias El Larry) fue declarado culpable por el juez de enjuiciamiento en Chihuahua. Luego de un mes de juicio llega el primer avance tangible para la familia que legítima e incansablemente ha exigido justicia.
n las escuelas de historia aprendemos que la clave del oficio, lo que distingue al historiador del cronista o del ideólogo, es la crítica y confrontación de fuentes. En la UNAM y la mayoría de las escuelas de historia estudiábamos esa técnica de la mano de los teóricos adscritos a la escuela historicista
, como José Gaos, Edmundo O’Gorman, Ramón Iglesia, Luis González, y sus discípulos, como mi maestro Álvaro Matute.
n ser diminuto, tan pequeño e insignificante que no podemos verlo, ha cambiado ya la ruta del planeta. Parece una escena de ciencia ficción. Sin embargo, este hecho inaudito había sido ya anticipado por las nuevas corrientes de la ciencia, como la teoría del caos o las ciencias de la complejidad o de la resiliencia. Todo lo que hemos vivido estas últimas semanas en el escenario planetario, no es sino una simple guerra de especies. La guerra entre un microbio oportunista que ha logrado, con cierto éxito, parasitar al animal más abundante del orbe (un mamífero, un mono desnudo, nosotros), y esa especie que lucha con todos sus medios por defenderse y sobrevivir. Somos de nuevo una especie amenazada. ¿Cuántas veces no les habrá ocurrido a nuestros antepasados de las sociedades simples como las bandas o las aldeas? ¿No estamos experimentando nuevamente vivencias paleolíticas o neolíticas? ¿Una batalla más entre el depredador y su presa? La novedad ya no es biológica, sino cultural, porque este fenómeno se ha dado en la era de la modernidad que, se nos ha inculcado hasta el cansancio, es la más avanzada, segura, confortable y predecible de la historia. La cultura que es una secreción de la naturaleza y no lo contrario, queda de nuevo desnudada e inerme ante un mecanismo de la vida. “Cuando creemos que nos extirpamos de la naturaleza, afirma Michel Onfray en Cosmos (2016, p. 152), la estamos obedeciendo; cuando imaginamos que nos emancipamos, nos estamos sometiendo a ella; cuando suponemos que la hemos dejado atrás, nos estamos plegando a su orden. Nunca comunicamos mejor nuestra subordinación que cuando creemos liberarnos. No somos más que lo que la naturaleza quiere que seamos.”
l 13 de abril de 2012, el rey de España Juan Carlos de Borbón, tropezó en Botsuana, se rompió la cadera y se abolló la corona. El traspié inició el declive político que culminaría con su abdicación al trono. El monarca se encontraba en ese país africano acompañado de su amante en un safari para cazar elefantes.