A pesar de que algunos pronosticaron que la caída de la economía mexicana iba a ser más profunda, afortunadamente no fue así, 1.6 por ciento en relación con el trimestre anterior, es decir, octubre, noviembre y diciembre del año pasado –según datos del Inegi–, sostuvo el presidente Andrés Manuel López Obrador.

El mandatario admitió que vendrán los meses más complicados por la crisis mundial que, según proyecciones, repercutirá en una baja de 6 por ciento de la economía en Europa y una proporción similar para Estados Unidos y Canadá. Solamente –agregó– se estima que China podría crecer 1.5 por ciento, pero es un país que traía un ritmo de 10 por ciento anual.

No es cantar victoria, porque viene lo más difícil, el trimestre mayo-julio. También si se prolonga, agosto-octubre. Pero tenemos una estrategia. Ya decidimos no recurrir a deuda, no aumentar impuestos, no elevar el precio de las gasolinas y fortalecer la política de austeridad republicana, apretarnos más el cinturón en el gobierno, ser más estrictos en el combate a la corrupción, expresó.

Para el Presidente, hay elementos para decir que México va a salir bien librado de la crisis económica y que se logrará un efecto de V, que la caída sea de poca duración y haya un rápido rebote, fortaleciendo el consumo y la capacidad de compra, que haya dinero para reactivar la economía.

De acuerdo con un reporte del Servicio de Administración Tributaria presentado por López Obrador durante su conferencia del pasado jueves, el saldo de la recaudación en el primer trimestre fue: ingresos totales del gobierno, 1 billón 494 mil millones de pesos, 6.6 por ciento más que en 2019; impuesto sobre la renta, 681 mil millones, 4 por ciento mayor que el año pasado; impuesto al valor agregado, 368 mil millones, 9.5 por ciento más que en 2019; impuesto especial por producción y servicios, 165 mil millones, 1.3 por ciento superior.