Lunes 10 de agosto de 2020, p. 4
Un millón de dólares para un bo-xeador pequeño era una locura. Esas cantidades se las llevaban los estelares en pesos más grandes. No un peleador de apenas 1.55 metros de estatura, carnicero en Ciudad Nezahualcóyotl. Humberto Chiquita González cobró esa cifra en 1993, cuando enfrentó a Michael Carbajal. Un suceso económico en ese negocio que difícilmente se ha repetido hasta estos días.
Hace cinco lustros se retiró del boxeo cuando no tenía ni 30 años. No quiso más. Ahora, en medio de una pandemia, el carnicero de Ciudad Neza regresará al cuadrilátero para sostener un combate de exhibición ante el ex campeón mundial Daniel Zaragoza, ambos integrantes del Salón de la Fama y preocupados por la situación de desempleo de tantos peleadores. Una función a puerta cerrada el viernes 14 de agosto, cuya transmisión en redes sociales será por sistema de pago; la de los ex monarcas, sin embargo, podrá verse en televisión abierta.
Pensamos que así podemos atraer más gente para que pague la función
, explica González; los boxeadores tienen meses sin llevar dinero a casa, con esto queremos que ganen un sueldo y hacer más peleas para que puedan trabajar
.
En este momento se alistan un par de combates de exhibición. En septiembre será el tercer encuentro de Julio César Chávez ante Jorge Travieso Arce, y en Estados Unidos Mike Tyson también regresará contra Roy Jones. Todos con propósitos benéficos.
“Me dice mi compadre Daniel: ‘vamos a llevárnosla calmadita’”, revela divertido; pero estoy seguro de que al sentir los golpes nos vamos a calentar, ya nos ha pasado. Lo que queremos es dar una exhibición chingona, porque también están las de Chávez y Mike Tyson, cada uno por su cuenta, así que nosotros no podemos defraudar a la gente y debemos dar una pelea de calidad
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El ex campeón minimosca operaba también una promotora con presencia fundamentalmente en Ciudad Nezahualcóyotl, pero la pandemia detuvo los planes. Ahora quiere arriesgar en funciones a puerta cerrada, donde las posibilidades de ganancia para el organizador son inciertas.
Queremos que funcione porque deseamos apoyar a los muchachos en estos momentos que no hay trabajo. Es mucho más caro hacer una función sin taquilla, por todo lo que implica, pero si no, se quedan sin ganar dinero.
En los exámenes previos a esta función, uno de los boxeadores programado dio positivo de coronavirus. Es asintomático y ahora está confinado. A ellos son a los que debemos ayudar en estos días. Si no lo hacemos nosotros, ¿quién?