Mexicali, BC., Un grupo de familiares de internos del Centro de Reinserción Social (Cereso) de Mexicali protestaron en el Centro de Gobierno de la capital de Baja California y exigieron al gobernador Jaime Bonilla que resuelva el problema de desabasto de agua que desde los primeros días de agosto afecta a los presos.

Vestidos de gris –color del uniforme de los reos– , los manifestantes hicieron un plantón para visibilizar un problema que afecta a más de mil 300 internos. Las protestas por falta de líquido empezaron hace dos semanas y también fueron difundidas en redes sociales.

Al Cereso, ubicado en la colonia Bellavista, llegan familiares de internos a entregar tambos, cubetas de plástico y recipientes de pintura que se utilizan para acarrear agua o almacenarla, ya que sólo tienen suministro durante las noches.

El área de trabajo social de la Comisión Estatal del Sistema Penitenciario de Baja California informó que está por resolverse este problema y que la bomba de agua está en reparación.

Piden ayuda a EU

El gobierno estatal morenista anunció un programa de racionalización del agua para atender la demanda de la población en Tijuana y Rosarito.

Entre las medidas destaca el programa 9 x 1 (nueve días de servicio por uno de corte), además de la solicitud de entrega de agua al distrito de Otay Mesa, en California, la cual se descontará de la aportación anual del río Colorado que efectúa el gobierno de Estados Unidos, como parte del tratado internacional de aguas.

El secretario para el Manejo, Saneamiento y Protección del Agua, Salomón Faz, dio a conocer que la administración sólo pagaría la conducción del agua de la presa Hoover a Tijuana, a través del condado de San Diego.

El gobernador Jaime Bonilla declaró la víspera que nuestro problema no es de agua, sino de energía eléctrica, al justificar la licitación pública para un contrato de generación de energía fotovoltaica a fin de bombear agua a menor costo del acueducto Río Colorado-Tijuana, que abastece a las ciudades costeras de la entidad.

Sin embargo, el proyecto está parado porque la secretaria de Energía, Rocío Nalhe, le llamó para pedirle que espere.