La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) llamó a sacerdotes y feligreses a no generar confusión ni desvirtuar el sentido pastoral de lo que está pidiendo el papa Francisco, en la reciente declaración Fiducia Supplicans, emitida por el Dicasterio para la Doctrina de la Fe, respecto a las bendiciones no sacramentales a parejas del mismo sexo o en situación irregular.

En un video, Ramón Castro, secretario general del organismo episcopal, precisó que si bien no se pueden bendecir ritualmente uniones que contradigan la doctrina sobre el matrimonio, sí se pueden ofrecer oraciones no litúrgicas a quienes las soliciten con espíritu de fe y apertura, sin ánimo de legitimar situaciones irregulares.

Dejó en claro también que Dios no deja de bendecir a cada uno de sus hijos, pero advirtió que no bendice ni puede bendecir el pecado. Bendice al hombre pecador a fin de que se deje cambiar por él.

Sobre ello, fray Julián Cruzalta, asesor teológico de Católicas por el Derecho a Decidir (CDD), dijo a La Jornada que el episcopado mexicano quiere decirnos que la Doctrina de la Fe no dijo lo que dijo; ¡cuánto miedo a un texto!.

El también cofundador de CDD, destacó que no está cambiando la doctrina de la Iglesia en torno al matrimonio, lo que cambia es una práctica pastoral; no le podemos negar la bendición a alguien que vive con otra persona, y que quiere la bendición de Dios, eso no equivale a matrimonio.

No obstante, calificó el documento como histórico, porque aún con sus limitaciones es un gran paso adelante en el ministerio de la Iglesia a las personas LGBT+.

Aparte, la Red Católica Arcoiris expuso que “celebramos la Declaración y promovemos su conocimiento, reflexión, discusión y superación, especialmente por lo que respecta a lxs cristianxs LGBTIQ+ que oran por la bendita presencia de Dios”.

Esta declaración dada a conocer el pasado 18 de diciembre por el Vaticano, ha generado diversas reacciones entre obispos y cardenales a nivel internacional.

El cardenal alemán Gerhard Müller expuso que Fiducia Supplicans es contradictoria. La Iglesia no puede celebrar una cosa y enseñar otra y advirtió que, al impartir estas bendiciones los religiosos no lo harían en nombre de Dios y de la Iglesia, lo cual implicaría no actuar como sacerdotes.

José Ignacio Munilla, obispo de Orihuela-Alicante (España), indicó que la declaración no afirma nada que esté en contra de la fe de la Iglesia, no obstante, consideró que su puesta en práctica será previsiblemente caótica y descartó que sea herética, como han señalado algunos sectores religiosos.

Cruzalta, remarcó que el cardenal Víctor Manuel Fernández (titular del dicasterio) se lo presentó al pontífice, y lo aprobó, eso lo vuelve obligatorio para el mundo católico.