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Fidel Castro nunca claudicó

M

añana, hace 99 años, nació el comandante Fidel Alejandro Castro Ruz; quién habría de decir que iba a ser grande entre los grandes revolucionarios del siglo XX.

Bajo el mando de Fidel y su tropa de barbones y desaliñados guerrilleros, entre ellos los comandantes Ernesto Che Guevara y Camilo Cienfuegos, tuvieron la osadía de tomar el cielo por asalto y construir, a escasos 145 km de distancia del enemigo de la humanidad, el imperio yanqui, la primera revolución socialista en América Latina.

Este gran luchador, durante su larga vida de revolucionario, no claudicó ni un instante de exponer y evidenciar las intenciones expansionistas y de invasión a Cuba por parte del gobierno de Estados Unidos, y utilizó su discurso revolucionario y de confrontación ideológica contra el imperio yanqui y la ultraderecha del mundo.

Hoy, al comandante Fidel Castro los pueblos del mundo lo recordamos con gran honor y gloria por su congruencia al luchar contra las injusticias, la explotación y el expansionismo del imperialismo yanqui, y es por su ejemplo y legado que sigue y seguirá siendo un faro de luz contra la barbarie y las injusticias.

Cuba es un ejemplo, pues a pesar del criminal y genocida bloqueo económico, continúa con el proyecto de una patria libre, soberana y socialista.

Comandante Fidel, tu ejemplo nos da la fortaleza para continuar en la lucha por la liberación de los pueblos oprimidos del mundo.

Invitamos a todos a festejar el natalicio del comandante Fidel Castro el sábado 16 a partir de las 12 horas en el parque de la colonia Tabacalera. ¡Que devuelvan las estatuas ya!

Colectivo de Solidaridad Militante va por Cuba

Último adiós a Javier Velázquez Moctezuma

Hoy, con el corazón apesadumbrado pero lleno de gratitud, despedimos al amigo, colega, hermano y faro de la ciencia comprometida: el Dr. Javier Velázquez Moctezuma. Rector de la Universidad Autónoma Metropolitana Iztapalapa, neurocientífico de prestigio internacional y, sobre todo, un hombre que entendió que el conocimiento sólo cobra sentido cuando se convierte en herramienta de justicia para las comunidades más vulnerables de nuestro país.

Javier fue un visionario que transformó la academia en un puente hacia la esperanza. Desde las aulas hasta los barrios marginados, sembró la convicción de que la ciencia debe servir al pueblo. Su lucha no fue sólo contra las fronteras del saber, sino contra la desigualdad. Quienes tuvimos el privilegio de caminar a su lado –especialmente en proyectos como el museo Gota de Agua para Iztapalapa– atestiguamos su pasión por democratizar el conocimiento y su firme creencia en que la educación y la investigación deben mejorar vidas.

Hoy, nuestro abrazo solidario se extiende a la maestra Lili Anaya, su compañera en esta travesía de luz y resistencia, quien junto a él enfrentó con valentía los últimos años de una enfermedad que jamás logró opacar su espíritu generoso. A ella, a su familia, y a toda la comunidad universitaria que lo admiró, les decimos: no están solos.

Javier nos deja un legado indestructible: Su espíritu, en cada estudiante que levanta la voz por los olvidados. Su ejemplo, en cada proyecto científico que nace con sentido social. Su compañía, en cada gota de agua que lleva justicia a Iztapalapa y en cada sueño colectivo que él ayudó a sembrar.

¡Javier Velázquez Moctezuma vive en la lucha que nos enseñó a librar!

Con admiración y amor,

Colegas, amigos y compañeros de camino del museo Gota de Agua

Réquiem por la llamada transición

Me parece incomprensible que continúen tan enojados y amargados los intelectuales y columnistas conservadores mexicanos, dada la actual realidad nacional. Coincido con ellas y ellos en que efectivamente murió para siempre lo que pomposamente denominaron “transición política democrática”, que fue una época neoliberal administrada y controlada en forma conjunta por el PRI y el PAN (actualmente unidos como el Prian), y ahora están tan confundidos y obnubilados que ya escriben y hablan de un "réquiem" para su transición.

Para que no queden dudas, propongo enterrar solemnemente esa llamada transición acompañada con un triple réquiem: primero el de Wolfgang Amadeus Mozart, despuesito el de Giuseppe Verdi y rematar con mi réquiem favorito, el de Dmitri Kabalevsky.

Réquiem aeternam dona eis, domine (Dales, Señor, el descanso eterno).

Ernesto Arnoux

Décima al regreso del tren

Muy pronto a La Bella Airosa
se podrá llegar en tren,
expreso mi parabien
por vuelta tan maravillosa
que el pueblo desde ora goza;
que el tren se haya suprimido
no debe echarse al olvido:
es de las malas acciones
pero pronto habrá estaciones
de nuestro tren tan querido.

Benjamín Cortés V.