La Jornada lunes 1 de febrero de 1999
Renato Ravelo
Fotografías: Omar Meneses
La danza de las cifras. La policía calcula 5 mil asistentes; los organizadores, 80 mil. Lo cierto es que una alfombra colorida ocupaba de forma constante la plancha del Zócalo | Serrat, el gestor de la coincidencia afortunada entre deseo y realidad, el prestidigitador de ambientes, la contraseña perdida de tres generaciones |
Unico, generoso, Serrat ocupó los mismos músicos y casi las mismas dos horas de sus conciertos pagados, para sentir por un momento que el goce estético es también ético | Los efectos del concierto. El beso furtivo en las calles del Centro Histórico, luego de la presentación de Joan Manuel Serrat |
Apelarán ante la SCJN para
revisar el fallo
Determinan jueces suspender el amparo a vecinos de Cuicuilco
Los magistrados argumentaron que no existe interés jurídico
Presentará en México sus dos
obras más recientes
La de Seamus Heaney, una poesía revestida de metafísica