Ť El Departamento de Justicia averiguará
si se cometieron delitos, declara
Rechaza el presidente Bush nombrar un fiscal que investigue
la quiebra de Enron
Ť Acuerdan senadores citar legalmente a Kenneth Lay para
que testifique sobre el caso
AFP, REUTERS Y DPA
Pittsburgh, 5 de febrero. El presidente de Estados
Unidos, George W. Bush, rechazó este martes nombrar un fiscal especial
que investigue la quiebra del consorcio energético Enron, como propuso
un senador demócrata, y señaló que el Departamento
de Justicia se hará cargo del escándalo en torno a la mayor
bancarrota en la historia del país.
El
mandatario calificó de ''problema empresarial'' el colapso de Enron
y anunció que ''el Departamento de Justicia va a investigar, y si
se cometieron delitos, responsabilizaremos a los empleados y accionistas
por el perjuicio que ocasionaron''.
La prensa le preguntó si consideraba necesario
nombrar a un fiscal especial. Bush, que propuso una restructuración
de las leyes de los fondos de retiro a consecuencia de la quiebra de Enron,
declaró: ''Veo la necesidad de leyes. Veo la necesidad de una investigación
exhaustiva, y eso es lo que estamos proporcionando''.
El presidente del Comité de Comercio del Senado,
Ernest Hollings, pidió el lunes que se designe un fiscal especial
debido a los vínculos del gobierno de Bush con la empresa, generados
a raíz de las donaciones del ex presidente de Enron, Kenneth Lay,
a la campaña presidencial del ex gobernador texano.
El senador demócrata manifestó su desconfianza
en el Departamento de Justicia y recordó la postura del procurador
general, John Ashcroft, de distanciarse del caso debido a las contribuciones
de campaña que recibió cuando intentó relegirse como
senador.
A su vez, el Departamento de Justicia aseguró en
un comunicado que carece de razones para nombrar un fiscal especial, pese
a tener la autoridad para hacerlo.
Argumentó que esa decisión procede cuando
"a juicio del departamento se presenta un conflicto de intereses y sirve
al interés público, y ninguno de estos criterios existe para
el Departamento de Justicia'' en el caso de Enron.
Sin embargo, un funcionario que pidió el anonimato
dijo que esa instancia tiene la autoridad de efectuar el nombramiento a
fin de determinar si es necesario hacer una investigación criminal.
El
ex presidente de la compañía estaría de acuerdo en
comparecer
La quiebra del mayor distribuidor de energía dejó
pérdidas para los miles de empleados que invirtieron sus ahorros
de jubilaciones en acciones, mientras los ejecutivos se enriquecieron antes
de que los títulos comenzaran a perder su valor.
El asunto obligó a que el Congreso creara al menos
10 comités y subcomités para investigar en audiencias el
proceso que llevó a Enron a la bancarrota, así como su participación
en la elaboración del plan energético del gobierno de Bush.
Para ello, los miembros del Comité de Comercio
del Senado votaron de manera unánime a favor de citar legalmente
al ex presidente ejecutivo Kenneth Lay para que testifique sobre la quiebra,
luego de que no se presentó el lunes a la audiencia. En una breve
sesión, el comité presidido por Hollings determinó
llamar a testificar a Lay aunque no fijó fecha.
El comité de servicios financieros esperaba que
la audiencia se efectuara este martes, pero un abogado del ex ejecutivo
señaló que su cliente no está en Washington pues viajó
a Houston entre el domingo y el lunes, y que desconocía cómo
hacerle llegar el citatorio a tiempo.
Un legislador reportó por la noche que Lay está
de acuerdo en presentarse ante el Congreso en una audiencia que se realizaría
la semana próxima, versión que fue confirmada por un abogado
del ex directivo. Sin embargo, expertos y congresistas estimaron que Lay
invocará la Quinta Enmienda, para quedar protegido de la autoincriminación.
En cambio, el presidente de la auditora Andersen, Joseph
Berardino, acudió ante un subcomité del Congreso que lo interrogó
sobre el proceso de quiebra. De entrada insistió en que Enron no
consultó a la gente de Andersen para elaborar el informe interno
divulgado el sábado, en el cual se señala que importantes
ejecutivos se apropiaron de millones de dólares que no debieron
recibir, mientras los trabajadores que invirtieron sus fondos de jubilación
en acciones de la empresa perdieron miles de dólares tras la quiebra.
También Berardino anunció la creación
de un órgano independiente que se encargará de hacer cambios
''fundamentales'' en las prácticas contables de Andersen, como parte
de las acciones adoptadas después del colapso.
Otras instancias del Congreso realizaron audiencias sobre
el mismo tema, y en una de ellas testificó William Powers, responsable
de la revisión al interior de Enron que dejó al descubierto
el manejo dudoso en la contabilidad de la firma.
Las prácticas contables generaron temores en los
inversionistas que se reflejaron esta semana en la caída de los
mercados bursátiles, y se agudizaron por las revelaciones de que
la empresa Tyco ocultó el gasto de 8 mil millones de dólares
en tres años para realizar más de 700 adquisiciones. La sociedad
se defendió diciendo que esas operaciones resultaron mucho más
modestas y que fueron declaradas ante la Comisión de Seguridad de
Intercambio.
En la bolsa de Nueva York, las principales acciones mexicanas
que se cotizan cerraron a la baja presionadas por el efecto Enron, mientras
el peso mexicano tipo interbancario spot para operaciones al mayoreo
(48 horas) cerró en 9.12 unidades por dólar, cinco centavos
menos respecto a la víspera.
El mercado teme que una crisis de contabilidad engañosa
más profunda pueda mantenerse e incluso extenderse en Wall Street,
perjudicando la confianza de los inversionistas y el precio de las acciones.
El índice Dow Jones perdió 1.66 unidades (0.02 por ciento),
y cerró en 9 mil 685.43 puntos, mientras el Nasdaq de acciones tecnológicas
retrocedió 16.99 unidades (0.92 por ciento) y quedó en mil
838.54 puntos.