MEXICO, SA
Carlos Fernández-Vega
TRAS DIEZ DIAS de vanos intentos y hasta donde la luz pudo iluminar su sendero, parece que los funcionarios de las secretarías de Hacienda y de Energía finalmente desenredaron la maraña: todo aquel cuentahabiente residencial que consuma 250 y no 125 kilovatios -como se amenazó en un principio- conservará íntegro el subsidio eléctrico, mientras el recorte a ese apoyo público no será de 10 mil millones de pesos, como originalmente se anunció, mucho menos de 8 mil millones -de acuerdo con el anuncio del inquilino de Los Pinos-, sino de 5 mil millones, por lo que las finanzas públicas sólo serán "sanadas" en esa misma proporción.
UNA VEZ RESUELTA la cuestión, todo el mundo tranquilo y a pagar más. Como la experiencia marca que en eso de los números los funcionarios del cambio de plano no son nada diestros, es recomendable que los consumidores no hagamos cuentas alegres: la única forma de medir el impacto real en los bolsillos será cuando llegue el respectivo recibo, toda vez que entre el anuncio formal de la decisión, publicado ayer en el Diario Oficial de la Federación, la aplicación de la medida y el cobro real de las nuevas tarifas hay un interminable camino burocrático que puede distorsionar, aún más que la conferencia de prensa de Francisco Gil Díaz y de Ernesto Martens Rebolledo, el nuevo regalo del gobierno del cambio.
PARA CELEBRAR LA declaratoria formal de que la economía mexicana está en recesión (0.23 por ciento de caída en el producto interno bruto durante 2001, con dos trimestres al hilo a la baja), la Secretaría de Hacienda aseguró que el nuevo aumento a las tarifas-recorte del subsidio eléctrico "garantiza" que 75 por ciento de los usuarios del servicio que ofrecen la Comisión Federal de Electricidad y Luz y Fuerza del Centro no será afectado directamente por esta medida. Eso sí, 100 por ciento de los cuentahabientes tendrá que pagar, obligada y religiosamente, el "ajuste", ''actualización" o "indexación" -usted elige el término que le plazca- que mes con mes aplica a dichas tarifas la misma dependencia pública, sin considerar el efecto inflacionario que la disposición generará.
POR LO QUE TOCA al "saneamiento" de las finanzas públicas, la dependencia que encabeza Gil Díaz sostiene que los recursos adicionales derivados del recorte del subsidio eléctrico -los 5 mil millones de pesos- se invertirán en generación, transmisión y distribución de electricidad, así como para el mantenimiento de las plantas y la ampliación y modernización del sistema eléctrico nacional.
PARA REDONDEAR EL concepto, el gobierno federal aceptó su propia recomendación de pagar una "tarifa especial" por el consumo de energía eléctrica en todas sus instalaciones, lo que representaría un ingreso adicional de 4 mil millones de pesos, es decir, la autoridad dispuso subsidiarse con ese mismo monto. Este renglón no se aplica a la Comisión Nacional del Agua, el Sistema Cutzamala, la energía que se compre y venda entre los organismos suministradores ni a la que se pague con recursos de los ramos presupuestales 33 -Aportaciones Federativas y Municipios- y 25 -Previsiones y Aportaciones para los Sistemas de Educación Básica, Normal, Tecnología y de Adultos. Adicionalmente, se "adecuará" en mil millones de pesos el presupuesto de la CFE.
SERIA FANTASTICO, también, que los usuarios del sector público pagaran rápidamente las abultadas facturas que de tiempo atrás adeudan tanto a la Comisión Federal de Electricidad como a Luz y Fuerza del Centro, saldos que tienen un peso específico en las finanzas de dichas paraestatales (24 mil millones de pesos de acuerdo con información del Sindicato Mexicano de Electricistas). Pero este asunto no es abordado en el texto del Diario Oficial de la Federación.
DE ACUERDO CON las cifras de las secretarías de Hacienda y de Energía, en el país están registrados 22 millones de cuentahabientes residenciales, de los que 75 por ciento (16.5 millones) consume menos de 280 kilovatios-hora por bimestre; 20 por ciento de los usuarios totales (4.4 millones) consumen hasta 500 kilovatios-hora bimestrales y registrarán una disminución gradual y diferenciada del subsidio; el 5 por ciento restante (1.1 millones) dispone de más de 500 kilovatios-hora cada bimestre y no gozará del subsidio.
LAS TARIFAS SERAN diferenciadas según la localidad, clima y horario. La tarifa 1 fija un consumo de 250 kilovatios al mes; la 1A, 300 kilovatios; 1B, 400 kilovatios; 1C, 850 kilovatios; 1D, mil kilovatios y la tarifa 1E, 2 mil kilovatios al mes. Cuando el consumo mensual promedio del usuario sea superior a los anteriores se le reclasificará a la tarifa doméstica de alto consumo.
LA TARIFA 1 ES sólo para servicio doméstico, para cargas que no sean consideradas de alto consumo. La 1A se aplicará al servicio doméstico para localidades con temperatura media mínima en verano de 25 grados centígrados. La 1B será para localidades con temperatura mínima en verano de 28 grados centígrados; la 1C para localidades con temperatura media mínima en verano de 30 grados; la 1D para comunidades con temperatura mínima en verano de 31 grados; la 1E para entidades con una temperatura mínima en verano de 32 grados centígrados.
SE APLICARAN TARIFAS por periodos de consumo clasificados de punta, intermedio y base, por días de la semana y festivos. El gobierno, pues, está feliz porque, dice, ya pudo "explicar" el asunto de la reducción al subsidio eléctrico o, lo que es lo mismo, el aumento en las tarifas eléctricas.
PERO SI DE FELICIDAD se trata, qué mejor noticia para el gobierno del cambio que la divulgada por Standard and Poor's: ayer otorgó a la deuda soberana de México la ansiada nota de "grado de inversión", calificación que, sostiene,"comprueba la solidez" de la economía nacional. La agencia Moody's había procedido en igual sentido en marzo de 2000, mientras Fitch hizo lo propio a mediados de enero pasado.
CON LA NOTICIA anterior, qué más da que los consumidores de energía eléctrica en este heroico país paguen más.
Las rebanadas del pastel:
EL INDICE NACIONAL de Precios al Consumidor se incrementó 0.92 por ciento durante enero pasado, informó el Banco de México, con lo que la inflación anualizada se ubicó en 4.79 por ciento... LA SECRETARIA DE Hacienda dio a conocer que en noviembre de 2001 la inversión fija bruta en el país reportó una caída real de 11 por ciento, en comparación con igual periodo de 2000. En dicho mes el gasto en inversión total en maquinaria y equipo registró una caída de 16.5 por ciento.
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