La situación es de "normalidad"; el oficial
es manipulado por la oposición: Caracas
Demanda el coronel rebelde Pedro Soto la renuncia del
presidente Hugo Chávez
El mandatario venezolano sostenía anoche reuniones
de trabajo en el Palacio de Miraflores
AFP, REUTERS Y DPA
Caracas, viernes 8 de febrero. El presidente Hugo
Chávez enfrentaba esta madrugada la rebelión de un coronel
de la fuerza aérea que encabezó a una multitud opositora
frente a la residencia presidencial de La Casona.
El coronel Pedro Soto, que esta noche invitó a
los venezolanos a "formar un gobierno democrático que saque a las
huestes cubanas que están entrando a Venezuela", había asegurado
que permanecería en el lugar hasta que Chávez presentara
su renuncia, pero lue-go anunció para el mediodía de este
viernes una nueva concentración opositora.
La tensión frente a La Casona había au-mentado
al llegar algunos seguidores del mandatario que gritaban "No pasarán".
Chávez ha recibido en estos días duros ataques desde Washington.
Pero cerca de la medianoche los simpatizantes del militar
rebelde comenzaron su retirada, aunque se informaba que en algunos puntos
de Caracas y Maracaibo había cacerolazos opositores.
A todo esto, Chávez se mantenía ayer en
el presidencial Palacio de Miraflores en una reunión de trabajo
con miembros de la banca privada, del Banco Central de Venezuela y el ministro
de Finanzas, porque la situación en el país es de "normalidad",
afirmó el vicepresidente Diosdado Cabello.
Cabello habló frente a miles de manifestantes que
se agolpaban pasada la medianoche frente al palacio presidencial en apoyo
del gobierno, cuando Soto y sus simpatizantes comenzaban a retirarse de
La Casona.
"Estamos trabajando sin ningún problema, aquí
no ha pasado nada", aseguró, y señaló que hasta pocos
minutos antes había estado laborando en su despacho sin inconvenientes.
Dijo
que Soto es manipulado por opositores que pretendieron "hacer un montaje",
y aseguró que anoche en un canal local se transmitió una
entrevista al militar activo que había sido grabada un día
antes, lo que demostraba la planificación de su acto de rebeldía.
"Nos debemos al pueblo, no al grupo de privilegiados de
siempre; cuando haya que defender el proceso no vamos a dar un paso atrás,
esto debe ser la defensa a ultranza de un proceso que nos pertenece, que
hemos logrado con lágrimas y sangre", gritaba Ca-bello, visiblemente
emocionado.
Lamentó que "fueron manipuladas" las miles de personas
que protagonizaron la protesta de ayer, dirigida por Soto, que se ubicó
en un primer momento en la Plaza Altamira, en el exclusivo este capitalino,
y luego trasladó su mitin hasta la casa presidencial,.
Destacó que mientras los opositores se replegaban
a sus hogares, los que apoyan al mandatario "podemos hacer una vigilia
toda una noche, toda una semana para defender un proceso que es de todos
nosotros".
Sin embargo, algunos simpatizantes de So-to marchaban
esta madrugada de regreso a la Plaza Altamira, reportó el oficial
a periodistas de Afp, a quienes anunció que hoy al mediodía
encabezará una nueva protesta.
"Después tomaremos acciones hasta que él
salga", dijo en referencia a Chávez, cuya renuncia exigió
más temprano, y dejando entrever que podrían volver a La
Casona. A Soto se le unió esta noche otro disidente militar activo,
el capitán Carlos Rivero Flores, de la Guardia Nacional.
Previamente, Soto había dicho a los periodistas
que los opositores permanecerían en La Casona hasta que llegara
Chávez: "Estamos en la casa del presidente, que es donde un hombre
va a dormir todos los días, y lo esperamos para que nos diga cuándo
va a renunciar, cuándo va a convocar elecciones".
Pero algunos seguidores de Chávez ?convocados por
diputados oficialistas a manifestarse en el Palacio de Miraflores? llegaron
a La Casona, lo que aumentó la tensión.
En principio, un centenar de manifestantes corrió
nerviosamente por el lugar, pero mi-nutos después los ánimos
se calmaron. Poco más tarde los simpatizantes de Soto iniciaron
la retirada rumbo a la Plaza Altamira.
La marcha opositora hacia La Casona se inició cuando
Soto fue rescatado por una muchedumbre, entre la que se contaban va-rios
diputados opositores, en momentos en que era trasladado por una comisión
militar a un centro de detención castrense.
Entonces, en medio de caravanas de automóviles
y toques de cacerolas, el militar rebelde encabezó una concentración
en la Plaza Altamira, del exclusivo este de Caracas, antes de exhortar
a los presentes a marchar hacia La Casona.
"El pueblo se está dando su lugar", dijo en Altamira.
"No es posible que un presidente que intentó tomar el gobierno por
la fuerza, y al que dimos una oportunidad para resolver los problemas de
Venezuela, no resolvió ninguno", agregó, al evocar la fallida
intentona golpista de Chávez en 1992 y su victoria en las urnas
en 1999.
"Estamos contigo, coronel", "no te dejes amedrentar",
eran algunas de las pancartas que acompañaron a Soto.
El ministro del Interior, Ramón Rodríguez,
quien garantizó el derecho a protestar pacíficamente, desestimó
que el oficial rebelde, al que calificó de "traidor" y "líder
oportunista", pudiera encabezar un golpe de Estado, y advirtió:
"No es un peligro, pero si lo magnifican los medios no descarto nada".
A su vez, el titular de la Secretaría de la Presidencia,
Rafael Vargas, aseguró que existe "tranquilidad total" en el país
y que las manifestaciones son "una cosa puntual", planificada de antemano
por opositores.
La rebelión de Soto empezó la mañana
del jueves, cuando en un acto en un lujoso hotel capitalino instó
a Chávez a dejar el gobierno.
"El presidente se tiene que ir, que renuncie, y antes
de que renuncie que convoque a elecciones para que deje el país
en la democracia, en manos de un civil", afirmó al irrumpir ante
el Foro Voces por la Democracia.
"Estoy aquí interpretando el sentimiento y la voz
de la mayoría de los oficiales, suboficiales y tropa de Venezuela,
para decirle al presidente que la libertad de expresión, co-mo uno
de los renglones más importantes de la conducta y el comportamiento
humanos, no nos la va a quitar", dijo el militar, quien en 2000 interpuso
un recurso de amparo por habérsele negado su ascenso a general.
"No puede ser que el presidente haya pensado que lo elegimos
para que fuera dueño de Venezuela. ¡El presidente no es dueño
de Venezuela! Lo elegimos para que gobernara, para que impusiera un modelo
que suplantara uno que posiblemente tenía un punto donde ya se había
agotado", agregó.
Supuesto apoyo a las FARC
Sostuvo que en un gobierno donde el presidente maneja
el Tribunal Supremo, la Asamblea Nacional y las fuerzas armadas "no se
puede decir que hay democracia".
El coronel, quien aseguró representar a "75 por
ciento" de los oficiales, suboficiales y la tropa, subrayó que no
le tenía "miedo" ni al presidente ni a ser removido de la fuerza
armada, y dijo que Chávez prestaba apoyo a la guerrilla colombiana.
Al atardecer, cuando ya había abandonado el foro,
Soto fue detenido por la policía militar al salir de su residencia.
"Estoy huyendo de la injusticia y el totalitarismo", gritó a periodistas,
cuando partía en una camioneta color rojo, vestido de civil; otra
persona no identificada conducía el vehículo.
La televisora Globovisión mostró imágenes
de la salida y, minutos después, de la retención del vehículo.
Entonces Soto volvió a gritar que en Venezuela hay un régimen
"fascista" y "totalitario" y exigió la presencia del fiscal general
venezolano, Isaías Rodríguez, para evitar su "detención
ilegal".
Una multitud que se había reunido en el lugar,
entre ellos diputados opositores, frustró el operativo.
Al ser interrogado en ese momento sobre el incidente,
el ministro de Defensa, José Vicente Rangel, dijo no tener información,
pero aseguró que Soto sería atendido por un fiscal militar
y dos civiles ante quienes debería rendir declaración sobre
sus opiniones.
Rangel calificó la posición de Soto como
"un acto absolutamente personal que va a ser investigado por las autoridades
competentes" y, desestimando el impacto de las declaraciones del coronel,
el ministro dijo que el presidente estaba "sumergido en sus actividades"
habituales.
También aseguró en rueda de prensa que había
"absoluta calma y tranquilidad" y que todos los componentes de la fuerza
armada nacional "están respaldando el régimen constitucional"
que preside Chávez.
Consultado sobre rumores de movilizaciones de tropas en
las guarniciones de Valencia y Maracay, ubicadas ambas a menos de 110 kilómetros
al oeste de Caracas, el ministro dijo que no hay "absolutamente nada".
"Eso es pura joda (broma)", enfatizó, y
ne-gó que el alto mando militar de Venezuela se encontrara reunido
de emergencia. "No hay descontento", afirmó.
Horas antes, el inspector general de las fuerzas armadas,
general en jefe Lucas Rincón, había calificado de "hecho
aislado" el fuerte pronunciamiento de Soto, aunque dijo que su comportamiento
sería evaluado "con base en el reglamento y con respeto a los derechos
humanos".
Chávez se vio estos últimos días
sometido a fuertes presiones internas y externas. El martes Estados Unidos
puso en duda su compromisos con la democracia y la campaña antiterrorista.
Un día después auguró un agravamiento de la crisis
venezolana.
En el plano interno, la oposición levantó
cabeza estas pasadas semanas, con marchas y cacerolazos que demostraron
la polarización de la sociedad venezolana.
Los analistas políticos dicen que los en-frentamientos
de Chávez con empresarios, sindicatos, medios de prensa y la Iglesia
ca-tólica han contribuido a esta polarización.