CUIDAD PERDIDA
Miguel Angel Velázquez
PRD-DF: crisis de figuras
Acuerdos y desacuerdos
EN EL proceso de elección de la nueva dirigencia
del PRD en la capital del país se gesta la muerte de un partido
que pretendió ser y que en breve será, porque hasta el momento
no existe ningún dato que lo niegue, apenas un membrete que pasará
de mano en mano, de corriente en corriente, o de tribu en tribu, para darle
legalidad a las ambiciones personales de algunos liderazgos.
DESPUES DE muchos años el Partido de la
Revolución Democrática apenas ha logrado crear entre sus
militantes la idea partidista y, por lo contrario, ha favorecido el crecimiento
desmedido de grupos alternos donde el supuesto es mantener al PRD como
el instrumento desde donde se puedan lanzar a contiendas electorales sin
la necesidad de hacer partido.
ES MUY probable que la elección de dirigentes
en el PRD-DF sea la mejor muestra de este despropósito si se ve,
como hasta ahora, cuál es el horizonte que plantean las dos fuerzas
principales que contienden por la presidencial local.
LAS DOS puntas fuertes que componen las dos corrientes
en pugna, señaladamente apartadas del PRD ?cuando menos alejadas
del sueño de Cuauhtémoc Cárdenas y algunos de sus
seguidores, quienes pretendieron un organismo izquierda integrado por diferentes
sectores de la población y también militantes despojados
de intereses personales o de grupo?, se niegan a conceder a su partido
la posibilidad de existir sin los vicios de la clientela o el corporativismo.
POR UN lado, desde el liderazgo iluminado de Iztapalapa,
René Arce, actual delegado político en la demarcación,
ha lanzado a la aventura a uno de sus más cercanos seguidores (más
cercano de lo que muchos piensan): Víctor Hugo Círigo, quien
mira en la posibilidad de perder la elección, por un margen no muy
amplio, la certeza de encajarse en la secretaría general del organismo
para ampliar, desde allí, el campo de acción de Arce, que
trabaja para competir por la jefatura de Gobierno.
Y ES que, según las leyes perredistas,
si en la elección no existe buen margen de diferencia entre quien
gana y su contrincante, el que pierde o el segundo en votación ocupará
la secretaría general del partido, desde donde se maneja la gran
mayoría de asuntos internos.
ENTONCES LA táctica, bien razonada por los
grupos de apoyo al delegado, tiende a romper el aislamiento político
que hasta ahora lo mantiene atornillado en Iztapalapa y que no resulta
benéfico para sus intenciones.
CIRIGO DICE que hay algunos hechos que podrían
ser sometidos a revisión en cuanto al método de gobierno
empleado por Arce, pero no tiene ?aún no lo conozco? un proyecto
desde donde se fortalezca al PRD en la capital, aunque en sentido estricto
se plantea una lucha frontal contra la Corriente de Izquierda Democrática
(CID), la otra corriente fuerte en pugna, como estrategia para ampliar
el horizonte político de Arce.
HAY QUIEN dice, por lo demás, que a Círigo
no le interesa ganar la elección ni dejar, por la presidencia local
de su partido, el espacio que hoy ocupa en la Cámara de Diputados.
Es más, se tiene en el PRD la idea de que Círigo compite
más por el segundo lugar que por el liderazgo local total que, advierten,
siente perdido. Pero de conseguir la segunda posición renunciaría
a ella para que su compañera de fórmula, Lorena Villavicencio,
se hiciera de la secretaría general y él no se viera obligado
a dejar su curul.
LORENA VILLAVICENCIO, por su parte, es el resultado
más visible del acuerdo entre Arce y Jesús Ortega. La mezcla,
se asegura, sería mortal, pues en lugar de una izquierda fuerte
el PRD iría derecho al camino del pragmatismo, donde las ideas se
reducen al mandato de las encuestas y donde para mantener el poder es válido
traicionar los principios.
PERO DEL otro lado las cosas no son mejores ni
por tantito; por lo contrario, tal vez puedan ser peores. En este lado
está Agustín Guerrero, quien fungiera como secretario general
del PRD en el Distrito Federal durante la gestión de Carlos Imaz,
a cuya candidatura casi nadie opuso resistencia.
GUERRERO ES miembro de la Corriente de Izquierda
Democrática y, aunque en algunas conversaciones manifiesta que la
figura de René Bejarano, el otro líder detrás del
nombramiento, pesa negativamente en el ánimo de muchos perredistas
votantes que lo identifican como contrario al PRD, asegura que será
fiel a su corriente hasta el último momento.
ES MUY probable que Guerrero, en esa circunstancia,
sea el otro peligro para el PRD. La CID no quiere ganar la dirigencia del
partido, más bien pretende destruirlo por dentro, dejarlo como cascarón
para apoderarse de él en el bastión más importante
de ese instituto político en el país: la ciudad de México.
A PARTIR de un sistema clientelar al más
puro estilo priísta y con el poyo del gobierno central, donde funge
como secretario particular de Andrés Manuel López Obrador,
el otro René, Bejarano, ha creado una inmensa red llamada CID, que
por el momento es mucho más importante para ellos que el propio
PRD.
NO HAY vestigios siquiera del partido en las acciones
de esa corriente y las ideas de Bejarano, que ahora tiene como posible
representante a Agustín Guerrero, que según las encuestas
ganará, tal vez dos a uno, la elección de marzo, lo que permirirá
a la CID consolidarse como la fuerza más importante del PRD en el
país. Así de chuecas están las cosas.
LO MAS GRAVE es que no existe ni un solo candidato
del PRD para su presidencia en el DF. Ni modo, cada quien tiene lo que
construye.