Tras un periodo de decreciente deterioro de
su salud falleció, a los 101 años, mientras dormía
Murió la reina madre de Inglaterra, alguna vez
mano
de hierro del imperio
Es la mujer más peligrosa de Europa, dijo Hitler
al calificar la actuación de la monarca durante la Segunda Guerra
Mundial Participó en la elección de Diana Spencer como
prometida de su nieto
AGENCIAS
Pacíficamente,
"mientras dormía" falleció ayer a los 101 años la
reina madre de Inglaterra, una mujer de temple que vivió las turbulencias
del siglo XX, cambios radicales y crisis de la monarquía británica
y que para muchos será recordada como la soberana que desafió
a los bombarderos alemanes, al quedarse en Londres mientras la ciudad sufría
el ataque aéreo de las fuerzas de Adolfo Hitler.
El propio führer se refirió a la reina
Isabel como "la mujer más peligrosa de Europa", por su contribución
a mantener en alto la moral de su país durante los difíciles
años de la Segunda Guerra Mundial. Y no sólo eso, durante
siete décadas de servicio a la corona, con una sonrisa que nunca
se borraba, aunque tuviera que tomar decisiones complejas, trató
de acercar la monarquía al pueblo y forjó una leyenda centenaria.
De pequeña estatura y un carácter fuerte,
Isabel fue considerada "la mano de hierro detrás de dos tronos",
el de su esposo Jorge VI, y el de su hija, la actual reina de Inglaterra,
Isabel II. La reina madre fue dedicada compañera del rey Jorge VI,
quien llegó al trono luego de que su hermano Eduardo VIII abdicó
en el año de 1936 para casarse con laestadunidense Wallis Simpson,
quien era divorciada.
Con esa sonrisa perenne, de abuela cariñosa, evitó
que su hija menor, la princesa Margarita, se casara con un oficial divorciado
y se enfrentó también a la princesa Diana cuando ésta
se separó del princípe Carlos, su nieto favorito.
Todavía
celebró en agosto su cumpleaños número 101 y salió
a ver a sus admiradores. Sin embargo, ayer murió en su residencia
de Windsor, debilitada por una tos reciente y una infección en el
pecho que padecía desde la pasada Navidad, lo cual provocó
que su salud se deteriorara aún más, reportó el Palacio
de Buckingham.
Su hija, "la reina Isabel II de Inglaterra, sumamente
entristecida, pidió que se hiciera el anuncio de inmediato; la reina
madre murió pacíficamente mientras dormía", ayer por
la tarde en Royal Long, Windsor.
Isabel Angela Margarita Bowes-Lyon nació el 4 de
agosto de 1900. Fue la menor de nueve hermanos pertenecientes a una familia
aristocrática escocesa. Era el último año completo
de la reina Victoria en el poder, el Partido Laborista se había
fundado recientemente y la pequeña tuvo una infancia protegida y
una educación católica estricta.
Aunque la Primera Guerra Mundial pareció ensombrecer
su vida ?su hermano preferido, Fergus, falleció en 1915, en el frente,
y ella se desempeñó como enfermera en el castillo de sus
padres?, disfrutó luego al máximo los dorados años
20. Su agenda estaba llena de citas de admiradores e incluso se dio dos
años de plazo para aceptar la propuesta de matrimonio proveniente
de la casa real.
Cambios tras llegar al trono
Jorge VI, el segundo hijo del rey Jorge V, tuvo que solicitar
tres veces su mano, hasta que Isabel aceptó y se casó con
él en abril de 1923, convirtiéndose en duquesa de York. El
príncipe, tartamudo y pesimista empedernido, estaba loco "por su
pequeña mujercita", según los relatos de la época.
Al llegar al trono comenzó a actuar como una mujer
enérgica, consciente del poder que detentaba. Ayudó a su
esposo a superar sus deficiencias; logró que dejara de tartamudear
y se ocupó de que "los Windsor", como llamaba a Eduardo VIII y a
su esposa estadunidense, se fueran a una especie de exilio en Francia.
Los quería siempre lejos.
La gran popularidad de la reina madre, según coinciden
los historiadores, se debió a su gran papel durante la Segunda Guerra
Mundial. Al lado del rey visitó el entonces East End londinense,
destruido por los ataques alemanes, y se negó a enviar a sus dos
hijas, Isabel y Margarita, a un país seguro, como Canadá.
Se rehusó a salir de su país a pesar de los bombardeos del
periodo del Blitz, como se le conoce en Inglaterra, visitando a heridos
y sobrevivientes.
Cuando en septiembre de 1940 cayeron bombas sobre el Palacio
de Buckingham, se mostró alegre, "porque ahora puedo mirar a los
ojos a las personas en el East End". Sostuvo también que esos años
de guerra fueron "los más felices de nuestra vida". Por ello, Hitler
la calificó como la mujer más peligrosa de Europa.
Enviudó en 1952, cuando falleció el rey
Jorge VI a causa de un cáncer de pulmón. Asumió entonces
el poder su hija, Isabel II, y la "viuda alegre", como le llamaron en aquella
época, residía a pocos metros de Buckingham, en su propio
palacio, Clarence House, donde solía invitar a sus amigos después
de la ópera o el teatro.
Pero
al mismo tiempo siguió sosteniendo las riendas de la familia real,
y lo hizo por décadas, incluso cuando había ya superado los
100 años de existencia. Tras la imagen de abuela bondadosa estaba
la mujer dura, la que cerró a Eduardo VIII y su Wallis Simpson la
posibilidad de regresar a Inglaterra o tener acceso al dinero de la corona
inglesa.
También su hija más pequeña, Margarita,
que falleció dos meses antes que la reina madre, conoció
el lado más enérgico de su progenitora, poco después
de que Isabel II accediera al trono, cuando le impidió casarse con
el amor de su vida, el capitán Peter Townsend, que se estaba divorciando.
Participó en la elección de Diana Spencer
como prometida de su nieto Carlos, pero trataba de obligarla a aguantar
la infidelidad de éste, y cuando Lady Di falleció
"no derramó ni una lágrima", pero asistió al funeral
de la princesa de Gales.
Tampoco la reina Isabel II, ya con 75 años a cuestas,
se atrevía a replicar a su madre. "La seguía viendo como
una hija pequeña", comentó un empleado del palacio.
Las imágenes que más se recuerdan de ella
son aquellas de los festejos por su centenario y luego por su cumpleaños
101, cuando de pie saludó a centenares de súbditos que llegaron
frente a su residencia para felicitarla