El patrimonio de la actriz pasará al pueblo de México, al que dejó un mensaje
María Félix murió en su cumpleaños; puso el último candado a su leyenda
''Es tan bella que duele'' expresó alguna vez el enfant terrible Jean Cocteau
Participó en 48 largometrajes y su fama se extiende por América Latina y Europa
MERRY MAC MASTERS Y AGENCIAS
En la primera hora del lunes 8 de abril, día de su cumpleaños 88, la señora María Félix falleció mientras dormía en su casa de la ciudad de México. Su médico, Enrique Peña, describió la última escena: se acostó a dormir, con la puerta cerrada, como acostumbraba, vio la televisión un rato y se durmió luego de tomar una pastilla, también como era su costumbre y por prescripción médica. Junto a su cama había libros y todo estaba en perfecto orden.
ƑQuién murió? Un icono de la cultura nacional, un símbolo posible de nuestra idiosincrasia, la depositaria de una suma de mitos. También una figura internacional que pasaba la mitad de su tiempo en Francia, donde la adoraban porque nunca había aceptado filmar en Hollywood y donde Jean Cocteau llegó a decir: ''Es tan bella que duele". Su albacea dijo ayer que el legado de La Doña, cuya cuantía se desconoce y del que buena parte está en el extranjero, pasará a formar parte del pueblo de México, en el que ella cultivó una adoración de diosa, siempre a la luz de la polémica.
Apenas dos días antes había recordado la fecha de nacimiento de su único hijo, Enrique Alvarez Félix, fallecido en 1996.
Reivindicadora de las mujeres
Leyenda del cine mexicano, al morir María de los Angeles Félix Güereña (Alamos, Sonora, 1914) deja una herencia de 48 películas filmadas en México, Italia, Francia, Argentina y España, como Doña Bárbara, de la que nació su sobrenombre y reforzó su cáracter altivo y recio.
Dejó un rostro inolvidable: aparte de su deslumbrante belleza, quedará en la memoria colectiva aquel par de cejas arqueadas sobre unos ojos cafés de los que Octavio Paz escribió: ''Su magnetismo se encuentra en sus ojos, alternativamente serenos y tempestuosos: atraen y fulminan".
La última aparición pública de María Félix fue en un concierto de Luis Miguel el pasado marzo. El intérprete, a cuyas presentaciones ella siempre acudía si estababa en México, le rindió un homenaje especial con un beso y una reverencia.
Revindicó a las mujeres en su día, el 8 de marzo, al hablar en un programa televisivo. Allí recordó que se había separado de su primer marido antes de convertirse en artista, debido a que intentó levantarle la mano. La Doña se casó con el compositor Agustín Lara -quien inmortalizó su belleza en María bonita-; con el actor Jorge Negrete y el magnate francés Alex Berger. Su última pareja fue el pintor Antoine Tzapoff.
Ernesto Alonso, amigo cercano de Félix, señaló que ''esta semana la había notado un poco baja de ánimo. Sin embargo anoche me había pedido alguna película francesa para ver en la casa".
Javier Mondragón, albacea de los bienes de la máxima estrella del cine nacional, informó que el patrimonio de la artista pasará a manos del pueblo mexicano. (Su hijo Enrique no dejó descendencia.) El director jurídico de Teléfonos de México, entrevistado por Jacobo Zabludovsky, señaló que Félix dejó testamento, realizado hace un año, el cual tuvo dos o tres versiones anteriores.
''Decidió que sus seres más queridos, sus amigos, estuvieran cerca de ella, pero se ha preferido una cosa más discreta, además de un homenaje que será auspiciado por el Instituto Nacional de Bellas Artes", indicó Mondragón.
Adelantó que la actriz, en su disposición testamentaria, redactó unas palabras para el pueblo de México que serán dadas a conocer cuando se lea el testamento. En ellas, expresó Mondragón, la actriz expresa su gran cariño y agradecimiento al pueblo de México, del que creía que merecía todo, por lo que la haría muy feliz contribuir a su bienestar.
Del odio al amor
María Félix empezó su carrera cinematográfica con un estelar en El Peñón de las Animas (1942), al lado de Jorge Negrete, con quien se casaría una década después, tras vencer los odios iniciales. El Charro Cantor, quien estaba furioso con la elección de una jovencita debutante para secundarlo, le espetó: ''Hablando a lo macho: no pienso servir de escalón a muchachas inexpertas que quieren hacer carrera en el cine a mi amparo".
Pero ella, de 24 años y medio tartamuda, le respondió: ''Señor Negrete, hablando a lo hembra: admito que usted es muy bueno como cantante, pero como actor es malísimo".
Algunos especialistas creen que María Félix siempre se interpretó a sí misma en sus filmes. Opiniones más aventuradas señalan que su aparición en el cine mexicano fue tan impactante que guionistas y directores terminaron por escribirle historias acordes a su personalidad. El resultado fue una mezcla de realidad y ficción que terminó por construir su mito.
La fama de La Doña se extendió por América Latina y Europa. En Francia realizó uno de los filmes que recordaba con mayor orgullo: French Cancan (1954), de Jean Renoir. Y como siempre se negó a aprender inglés y trabajar en el cine estadunidense, su fama nunca trascendió las fronteras del norte de México.
Sin embargo a ella le bastó su triunfo nacional y su fama en Europa, donde fue conocida como ''la Mexicana". Su última aparición fue en La Generala (1970).
Múltiples reconocimientos
A finales de 1998, La Doña sorprendió una vez más al grabar un disco que tituló Enamorada.
Ganó numerosos premios en el cine nacional y fue homenajeada en el festival internacional de filmes dirigidos por mujeres en Creteil, Francia, e invitada de honor en el primer Festival de Cine de Madrid. El gobierno francés la distinguió con la Orden de Chevalier y la ascendió a commandeur en la Orden de Artes y Letras.
Octavio Paz y Carlos Fuentes, Luis Spota, Carlos Monsiváis, Salvador Novo, Elena Poniatowska y Sealtiel Alatriste hicieron de la vida de Félix un personaje de sus obras. Fue pintada por Diego Rivera, José Clemente Orozco -retrato que no le agradó-, Leonor Fini, José García Ocejo y Tzapoff.
La Doña ha muerto. šQué viva la leyenda!