Con el tiempo veremos que no hizo gran cosa
por su patria, dice Tito Vasconcelos
Morir en su cumpleaños es un acto de perfecta
vanidad de La Doña, considera Darío T. Pie
Por sus ademanes, fama y magnetismo era el personaje
ideal para imitarlo
Encarnó la perfección de estilo, de estética
e hizo buen manejo del escándalo
ERICKA
MONTAÑO GARFIAS
La Doña era el personaje perfecto a imitar. Su
personalidad, sus gestos y ademanes, su magnetismo y fama internacional
la hicieron favorita de actores para llevarla a escena. Dos de ellos son
Tito Vasconcelos y Darío T. Pie.
Lo que más me atrajo de María Félix
''fue su personalidad, su estilo particular, sus declaraciones controvertidas,
que en realidad no pienso que hayan sido demasiado pensadas, pero que siempre
fueron provocadoras", declara Vasconcelos, quien representó a la
actriz en varias ocasiones, la última con motivo de su disco Enamorada
que era ''chistoso y patético, pero enmarcado en ese carácter
de La Doña de hacer las cosas por sus purititos calzones sin importarle
demasiado lo que la gente pensara de su manera de interpretar".
La Doña ''fue un icono para la gente gay. Recuerdo
haber visto cantidad de imitaciones de ella cuando no había bares
y nos reuníamos en casas particulares, los shows tenían que
ver con esas referencias: Dolores del Río, María Félix,
Katy Jurado, las divas del cine nacional".
Nunca le pesó ser mujer
Vasconcelos estima que a final de cuentas ''cuando se
disipen los vapores de la leyenda veremos que no hizo demasiado por su
país. Sí llevó el nombre de México en forma
muy glamorosa, pero en resumidas cuentas por México no hizo mayor
cosa. Creo que toda su fortuna se quedó en París, con los
caballos, con las joyas de Cartier. En todo caso el trabajo de Dolores
del Río fue más importante por su propio país que
el que pudo haber hecho La Doña".
Para Darío T. Pie la actriz María Félix
''es el personaje ideal para hacer la gran parodia de un país, por
la belleza, el poder, el magnetismo, la fama internacional. En términos
de cabaret es un personaje muy útil, es como el ideal que encarna
la gran vanidad con la gran inteligencia, la gran soberbia y muchos de
los grandes pecados.
''Lo que me parece sensacional, de gran estilo, pero perfecto
para un personaje que fue, como ella decía, señalado por
la suerte, es que haya muerto el día de su cumpleaños como
un acto de perfecta vanidad de 'yo no cumplo un año más,
pero tampoco me dejan mi año ya cumplido sin un día sin cumplir'.
Es el cierre perfecto para un ser que encarnó en muchos aspectos
la perfección de estilo, de estética, que fue vanguardista
y manejó bien el escándalo.''
A la Félix ''nunca le pesó ser mujer en
un país donde por décadas la mujer ha sido tan sometida".