Dotarán legisladores de blindaje legal al sistema de partido único y economía estatal
La reforma constitucional en Cuba, para zanjar la sucesión de Fidel Castro, asegura Pérez Roque
Necesario, preparar el escenario para cuando líderes revolucionarios no estén, dice el canciller
GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL
La Habana, 25 de junio. Cuba lanzó hoy el mensaje de que la reforma constitucional para volver "intocable" el socialismo es garantía de continuidad del régimen después de la muerte del presidente Fidel Castro y de su sucesor, su hermano menor Raúl Castro.
"Ahí está la clave", dijo el canciller Felipe Pérez Roque al intervenir en el segundo día de la sesión extraordinaria de la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento), que prepara la enmienda.
Al cabo de decenas de discursos de diputados e invitados, que en distintas formas respaldaban la reforma a la Constitución de 1976, la intervención de Pérez Roque tuvo el tono de una precisión sobre la forma en que la dirigencia cubana enfoca el proceso, que implica un blindaje legal al sistema de partido único y economía estatal.
Aunque en dos días no ha habido discrepancias con la propuesta, el líder parlamentario, Ricardo Alarcón, anunció que la se-sión continuará este miércoles y el receso laboral que acompaña al cónclave legislativo se prolongará por tercer día consecutivo.
"El voto que hoy aceptamos expresa una aspiración hacia el futuro", dijo Pérez Ro-que, tras realizar una insólita evocación pú-blica del día después de la muerte de los hermanos Castro.
En forma excepcional Alarcón llamó "formidable exposición" el discurso del ministro de Relaciones Exteriores, que fue ovacionado de pie por parlamentarios e invitados durante más de un minuto.
"La clave aquí es no desarmarnos de ideas o errar", dijo Pérez Roque. "La clave aquí, y la respuesta que esta asamblea da hoy es qué haremos nosotros cuando la generación que hizo la revolución y la comanda hoy, la de Fidel y de Raúl, cuando esa generación de revolucionarios ya no esté entre nosotros".
En un giro desacostumbrado en Cuba, el canciller puso sobre la mesa la cuestión de qué pasará "cuando ya no esté el magisterio de Fidel, la vista larga que ve donde los de-más no vemos todavía, el instinto, la habilidad y la ética, el rigor y la experiencia, la flexibilidad donde puede ser flexible y la firmeza inconmovible en los principios. Cuando ya no esté Raúl recorriendo el país, proclamando que sí se puede".
Fidel Castro, que cumplirá 76 años dentro de mes y medio, tiene cuatro cargos clave: jefe de Estado -presidente del Consejo de Estado-, jefe de gobierno -presidente del Consejo de Ministros-, líder político -primer secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC)- y máxima autoridad militar -comandante en jefe-.
Su hermano Raúl, que acaba de cumplir 71 años, es el segundo al mando en las cuatro posiciones, como vicepresidente primero de los consejos de Estado y de Ministros, segundo secretario del PCC y único general de ejército (cuatro estrellas), y ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.
El discurso de Pérez Roque se produjo casi exactamente un año después de que tuvo que intervenir improvisadamente en un mitin, cuando Castro sufrió un desmayo que lo obligó a interrumpir un discurso.
El episodio se produjo el 23 de junio de 2001, en el suburbio de El Cotorro, sur de La Habana. Castro estuvo ausente de la tribuna durante 15 minutos, aunque volvió para decir que estaba "entero" y horas después reapareció en un programa televisivo.
Al hacerse visible su malestar, el mandatario fue retirado por sus ayudantes. Pérez Roque se ubicó ante los micrófonos y, alzando las manos, pidió a la multitud "calma, en nombre de la dirección del partido y del gobierno; calma y confianza".
El canciller explicó entonces que esa mañana de intenso calor Castro estaba en ayunas y agobiado por una noche casi en vela. Por la noche, en la televisión, Castro estaba de buen humor y con buen semblante. Para los cubanos la jornada fue un dramático testimonio del paso del tiempo.
"El enemigo apuesta a que las generaciones futuras no tendrán la firmeza y la presencia de ánimo ni el compromiso de esta generación", dijo hoy Pérez Roque en el Palacio de las Convenciones.
"La clave futura -agregó-, en mi opinión, está en que mantengamos la unidad para que no se repitan las divisiones y el desaliento del Zanjón (episodio de la historia cubana del siglo XIX). No basta haber luchado mucho: hay que tener la firmeza y la presencia de ánimo en el momento decisivo. No permitir que nos destruyan el partido es, en mi opinión, la clave".
Rondando en torno a un escenario poscastrista bajo presión de Estados Unidos, Pérez Roque abundó en la idea de que Cuba tendría que defender su actual modelo político. "Es una garantía hacia el futuro que no nos destruyan nuestro partido", dijo, y abogó por impedir en esa hipótesis "que nos desarmen el ejército popular" o bien "perder el dominio de la economía".
El canciller defendió asimismo la pervivencia de una prensa monolítica, "para de-fender la revolución", igual que al régimen de partido único sin alternativa para la oposición: "Seríamos ingenuos si aceptáramos sus reglas de juego. El tablero aquí lo po-nemos nosotros, que para eso hemos puesto los muertos que costó la revolución".
"ƑPor qué deberíamos permitirle aquí (a Estados Unidos) formar el partido y la prensa que representen sus intereses?", interrogó el canciller. "Nosotros somos los vencedores... nosotros tenemos el poder y lo tenemos en virtud del apoyo popular y la admiración del mundo".
En la sesión matutina, Silvio Rodríguez, que también es diputado, había intervenido respaldando la enmienda y "como parte de mi pueblo, de mi historia, de mi revolución, de mi amigo y hermano Fidel... para decir que voto por mi patria socialista perfectible, para decir que cierro filas".