Célebre en operaciones de labio leporino: Poniatowska
Rinden homenaje a Ortiz Monasterio por su labor en
la cirugía reconstructiva
La
Academia Nacional de Medicina rindió homenaje a Fernando Ortiz Monasterio,
cirujano cuyo nombre "generalmente se asocia a la cirugía plástica
de altísima calidad", y al hombre que "rompió esquemas" en
esa materia, "que abrió nuevos espacios y fundó una escuela
de cirugía reconstructiva".
En el acto, realizado la noche del jueves en la Unidad
de Congresos del Centro México Nacional Siglo XXI, Elena Poniatowska
dijo que "su vocación de maestro lo llevó a hacer en México
una escuela notable, cuya fama atraviesa las fronteras".
Fundó, dijo la escritora, la escuela en la que
enseña a hacer operaciones cráneofaciales, de labios leporinos,
crecimiento de tejido óseo y a reconstruir los cuerpos desechos
y los rostros de accidentados".
Fue definido por Poniatowska como cirujano que, además
de ser reconocido por sus "ya célebres operaciones de labio leporino
dentro del vientre materno, da una puntadita por aquí, una estiradita
por allá, y envía a pacientes felices y descansados a casa,
para que se laven la cabeza y recuperen la confianza".
Al galeno del hospital doctor Manuel Gea González
se le reconoció que sus procedimientos quirúrgicos son "una
innovación, y nadie se atrevería a quejarse de los sufrimientos
que ocasiona una cirugía plástica, porque son mínimos".
Fernando Ortiz Monasterio es fundador de la Clínica
Multidisciplinaria de Anomalías Craneofaciales, donde exige a los
alumnos, nacionales y extranjeros, que no digan si una mándibula
está corta o larga, aseguró Elena Poniatowska, porque él
pide "numeritos, numeritos, numeritos, porque nos encargamos de medir en
milímetros el rango de normalidad promedio. Ni jetones, ni trompudos,
tenemos que estudiar cada caso con verdadero cuidado para lograr un procedimiento
quirúrgico-artístico bien sistematizado".