El flautista de renombre internacional comienza ciclo de conciertos en el Museo del Chopo
La IP carece de mentalidad para elegir buen arte: Horacio Franco
Los empresarios gustan de la música clásica para dormir, comer o adornarse, considera
El apoyo privado a la cultura ''debe ir más allá de los deseos de las damas de sociedad''
ANASELLA ACOSTA NIETO
La iniciativa privada en México, que debería tener mayor injerencia en la cultura, por desgracia no cuenta con la estructura mental para poder elegir buen arte entre todas las manifestaciones, considera el flautista mexicano Horacio Franco, quien este viernes comienza una serie de cuatro conciertos en el Museo Universitario del Chopo.
Considerado por algunos críticos como el mejor ejecutante de flauta de pico en el mundo, el artista que ha roto con el mito de que la cultura latina se ubica en un nivel inferior a la occidental, manifiesta que ''el apoyo de la iniciativa privada a la cultura es muy bueno, pero muchas personas de la alta sociedad no tienen idea de que las artes son algo más que un ornamento. A los empresarios les gusta la música clásica pero de fondo, algo para dormirse, para divertirse o para tener comidas y adornarse".
Paternalismo del Estado
Franco reconoce que el Estado ha funcionado hasta ahora de manera paternalista, y destaca que si bien las actuales políticas apuntan a dejar de serlo e invitan a participar a la iniciativa privada, todo se tambalea en el intento, porque ésta ''no tiene la estructura cerebral para poder discernir quién es un buen artista o qué es lo que en verdad necesita el país para trascender en el aspecto cultural".
Recuerda que antaño los grandes patronos fueron los propiciadores de la creación cultural. Así ocurrió con la Ofrenda musical de Bach, que fue realizada para Federico El Grande, quien además de mecenas era un gran flautista. Casos similares ocurrieron con Mozart o Haydn, cuyos patronos eran muy cultos y grandes aficionados a la música.
Franco no duda que la injerencia de la iniciativa privada en la cultura es necesaria, pero precisa que debe darse más allá de ''apoyar a alguien sólo porque las damas de sociedad lo quieren o porque consideran que se oye muy bonito o muy lindo".
El problema, ahora, es que ''tenemos una iniciativa privada que en su mayoría es muy inculta, no le importa, no sabe, no es docta en la cuestión de las artes". Ante esto, ''no podemos prescindir todavía del gobierno".
Horacio Franco es reconocido en el mundo por su capacidad para adaptar a la flauta cualquier tipo de música -renancentista, barroca, contemporánea, folclórica e indigenista.
A pesar de tener gran éxito en el extranjero, el flautista ha decidido radicar en la ciudad de México. Al respecto, explica:
''Sigo aquí porque tengo la ilusión de ser un artista mexicano que la hace en el extranjero desde su país.''
Llegar a más público
Franco está convencido de que el acercamiento con las artes puede cambiar la vida, y ejemplifica: ''Mi primer contacto con la música fue a los 11 años, cuando toqué la flauta en la secundaria, entonces decidí mi profesión".
Por ello destaca la necesidad de salir de las salas de concierto para llegar al público, pues ''en México la educación que nos dan las escuelas y el núcleo familiar nos lleva concebir la música clásica como algo difícil, exclusivo para la gente que dice saber.
''Los mismos prejuicios que se tienen para con la lectura, los padece la música clásica; eso es una tragedia, si recordamos el bajo nivel de lectura en México."
La responsabilidad, opina el artista, también ''la tienen los directores y productores de música clásica, porque hacen programas muy pesados y muy aburridos, con música muy difícil, hasta para ellos".
Diversidades sonoras
El público mexicano, para Franco, tiene gran capacidad de asombro. Los colegas que viven en Europa, explica, ''tocan en las salas de concierto, pero siempre para el mismo público: el que ya lo sabe todo y al que ya no le pueden aportar nada. En constraste, en México hay entre 90 y 100 millones de personas a las que se les puede ofrecer nuevas cosas''.
Horacio Franco se presenta al lado del clavecinista José Suárez hoy a las 20 horas en el foro El Dinosaurio del Museo Universitario del Chopo (Doctor Enrique González Martínez 10, colonia Santa María la Ribera). En el mismo recinto y a la misma hora los sábados 14, 21 y 28, el flautista ofrecerá tres conciertos en los que explorará las diversas posibilidades sonoras de su instrumento con la marimba y las percusiones de Gabriela Jiménez; el violoncello y el contrabajo de Fabiola Flores y Valeria Thierry, respectivamente, y el contrabajo de Víctor Flores, con quien recientemente realizó la producción discográfica Del medioevo al danzón, que se presentará el sábado 28.
Franco dará un concierto a beneficio de los niños del Tíbet, región ocupada por China, así como en favor de los infantes mexicanos. La flauta del artista se unirá a instrumentos tradicionales tibetanos y estará acompañado de los músicos Víctor Flores, Sidartha Siliceo y Ngawang Khechog. La cita será el día 12 a las 20:30 horas en la sala Nezahualcóyotl del Centro Cultural Universitario.