La acción puede desalentar la migración ilegal y se aparta de la línea de Washington
Repatria México a un grupo de balseros cubanos por primera vez en cuatro años
Se desconoce si se trató de un hecho aislado o del preludio de un acuerdo migratorio
GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL
La Habana, 7 de septiembre. En un fuerte ajuste en su política hacia Cuba, México repatrió por primera vez en más de cuatro años a un grupo de balseros cubanos que habían llegado por mar el mes pasado a unos islotes de Quintana Roo, de acuerdo con un informe publicado este sábado por el diario oficial Granma.
La decisión mexicana es claramente un factor de alivio en las tensiones que prevalecen entre los dos países casi desde el inicio del gobierno del presidente Vicente Fox. La emigración cubana ilegal hacia México empezaba a crecer en los últimos meses, abriendo un foco de conflicto adicional a las convulsionadas relaciones bilaterales.
Granma no explicó la naturaleza del gesto mexicano, si fue unilateral y sólo implicó un aviso operativo a La Habana o si fue concertado. Pero la devolución de indocumentados se produce cuando los dos países negocian un acuerdo migratorio. Por Cuba, la Dirección de Inmigración y Extranjería del Ministerio del Interior. Por México, el Instituto Nacional de Migración, de la Secretaría de Gobernación.
Además de su significado propio (un desaliento para la emigración ilegal y riesgosa) y de su efecto apaciguador en la relación bilateral, la decisión de México toma distancia de una parte crucial de la política de Estados Unidos hacia Cuba.
Washington aplica hacia los balseros cubanos una política llamada popularmente de pies secos, pies mojados, una combinación de factores legales e ilegales que se traduce así: los que llegan a territorio estadunidense por cualquier medio, pueden quedarse y optar por la residencia en un año; los que son interceptados en alta mar, son repatriados, según los convenios migratorios con Cuba.
Historias de balseros
Esta es una historia típica de balseros, reseñada hoy por Granma: Raymundo Izquierdo Alemañy, de 43 años, propietario de una lancha de pesca, se lanzó al mar en su faena diaria, a las 5 de la tarde del pasado jueves 29 de agosto, frente al puerto de La Coloma, en la occidental provincia de Pinar del Río. Lo acompañaba Juan Manuel Ortega Alonso, de 28 años. En la vecina playa de Las Canas se les unió Alberto Zambrana Bejereno (El Chiqui), de 37.
Casi a las 11 de la noche, en la zona de faena, el trío de pescadores descubre una chalupa, en la que van Raymundo Gómez Carballea (37), Orlando Hernández Márquez (53), Alexis Hernández Méndez (27) y Roberto Fort Rodríguez (33). Los siete trabajan en la pesca y se conocen entre sí.
Dos renuentes y cinco convencidos
Los de la chalupa abordan la lancha pesquera y alguien dice: "Esto se va para México". No hay violencia ni armas. El patrón discute: "Esto es una locura, no vamos a llegar. Yo no me quiero ir, yo regreso".
Orlando, padre de Alexis, toma el mando. Navegan dos días y llegan a aguas mexicanas. Se quedan sin combustible, aceite y agua. Un pesquero mexicano los ayuda y reabastece. El patrón de la lancha, Izquierdo y su compañero Ortega, siguen renuentes a la aventura y quieren regresar a su país.
Los cinco convencidos desembarcan en las islas Contoy, Quintana Roo, el sábado 31 de agosto. Los otros dos intentan regresar por mar a Cuba, cuando un buque de la patrulla costera de la Armada Mexicana los detecta. El 1Ɔ de septiembre todos son enviados a Cancún. El pasado miércoles son repatriados en vuelos de Aerocaribe y Cubana de Aviación, acompañados por un funcionario mexicano. La lancha sigue en México.
"Esta vez la devolución tiene la singularidad de proceder de México, país cuyas autoridades, por vez primera en más de cuatro años, devuelven a un grupo de inmigrantes", subrayó Granma.
No es posible aún saber si se trató de un hecho aislado o es el preludio de un acuerdo migratorio y, en consecuencia, de una definición política mexicana.
Cambio de línea
Lo cierto es que la suerte de los balseros de Contoy ha sido distinta, por ejemplo, a la de otros paisanos suyos. Otros siete de Pinar del Río iban ilegalmente por mar para Estados Unidos en mayo pasado y llegaron a Cozumel. Finalmente fueron autorizados por México a quedarse en Cancún, bajo la "custodia" de un empresario cubano naturalizado mexicano.
También es una suerte distinta a la de los casi cien cubanos detenidos en el primer semestre de este año, en incursiones ilegales de distinto tipo a México.
Agenda bilateral
En junio pasado México propuso a Cuba la celebración de un convenio que regulara el potencial flujo de indocumentados. La fórmula se procesaba dentro de un esquema institucional, establecido en 1998: el Grupo de Trabajo sobre Migración, adjunto a la Comisión General Intergubernamental, el panel que reúne en pleno la agenda bilateral.
El Grupo de Trabajo debía tener su próxima sesión a finales de este mes, en la ciudad de México.