TIEMPO DE BLUES
Raúl de la Rosa
Sonny Terry & Brownie McGhee
Primera llamada
CADA UNO TUVO su propia y difícil historia
antes de que el destino los juntara. En el blues, canto celosamente individual,
los duetos no son comunes, y menos con el tiempo -cerca de 50 años-
que estos artistas lograron compartir los escenarios.
SONNY TERRY (SAUDERS Terrel) nació en Greensboro,
Georgia, en 1911. Brownie McGhee (Walter Brown McGhee) en Knoxville, Tennessee,
en 1915. Sonny inició su carrera cantando espirituales y gospels;
a los 11 años perdió la visión del ojo izquierdo y
a los 16 la del derecho, en ambos casos debido a lamentables accidentes.
Por su parte, Brownie también se inició cantando espirituales,
minstrels y canciones de trabajo; en su infancia contrajo poliomelitis,
pero eso no le impidió más tarde recorrer su estado natal
como músico callejero.
EN 1939 AMBOS se encontraron en Carolina del Norte
e integraron el dúo más reconocido en el mundo del blues.
Sonny Terry fue un maestro de la armónica, llegó a grabar
discos con Blind Boy Fuller. En 1938 y 1939 participó en los memorables
conciertos organizados por John Hammond: From Spìrituals to Swing,
en el Carnegie Hall de Nueva York.
Segunda llamada
HACE EXACTAMENTE 20 años, Sonny Terry y
Brownie McGhee llegaron a la ciudad de México para presentarse en
el cuarto Festival de Blues, en el Auditorio Nacional (agosto de 1982),
al lado de otra leyenda del blues: Big Joe Williams y de Magic Slim, Sylvia
Embry, Larry Davis y, por primera vez en estos festivales, de los artistas
mexicanos Nan Redi, Juan José Calatayud y Betsy Pecanins, que se
daba a conocer como cantante de blues.
IBAN A SER cinco conciertos pero solamente se dio
una función. La renovación moral del entonces presidente
Miguel de la Madrid fue estúpidamente interpretada por el delegado
de la Miguel Hidalgo y tuvo a mal cancelar este festival. Cuando acudimos
a la delegación para escuchar las razones de la cancelación
y explicar que en el primer concierto no había pasado nada grave
que ameritara la suspensión, se nos contestó lacónicamente:
"se suspende para que no pase nada" (?). Fueron inútiles todos los
esfuerzos para que el festival continuara.
EL DIA 4 de agosto se presentaron en la única
función Magic Slim, Larry Davis y Big Joe Williams, quien se había
enfermado un día antes, por lo que tuvo que ser internado en un
hospital, donde los doctores le prohibieron cualquier actividad y permaneció
en cama conectado a un tanque de oxígeno. Big Joe se negó
a permanecer en el hospital y fue al concierto en silla de ruedas. Para
su presentación sólo se le quitó la manguera de oxígeno
y dio uno de los conciertos más emotivos de esos festivales de blues.
La banda estaba prendida con este viejo de casi 80 años y su guitarra
destartalada; miles de jóvenes disfrutaron de esa leyenda viviente,
de la que todos temíamos que se quedara en el escenario, pero afortunadamente
no fue así. Cuatro meses después, en diciembre de ese mismo
año, Big Joe Williams uno de los últimos bluesingers
murió en su natal Mississippi.
Tercera llamada
EL RESTO DEL elenco se quedó vestido y
alborotado. Nunca entendieron nuestras explicaciones del porqué
se había suspendido el festival. Al día siguiente dieron
una función sin público ante las cámaras del Canal
11, que grabó la única actuación de Sonny Terry y
Brownie McGhee en México, así dio fin el IV Festival de Blues.
¿Qué escuchar?
LA SEMANA PASADA quedó pendiente la reseña
sobre la artista que la revista Time nombrara la mejor cantante
de América: Cassandra Wilson. Oriunda de Jackson, Mississippi.
BELLY OF THE SUN es el título del
disco más reciente que Cassandra grabó para el sello Blue
Note; lo curioso es que, en 20 años de carrera, nunca había
grabado en su natal Mississippi. En este disco la acompañaron varios
artistas locales. En un vagón de tren transformado en estudio de
grabación logró uno de sus mejores discos, con el color y
sabor del delta del Mississippi: el ombligo del sol. Cantante con
una voz que nos remite a la conjunción ideal del jazz, del soul
y, desde luego, del blues.