En nueve años el país ha erogado
78 mil millones de dólares en importación de alimentos
Miseria y pérdida de soberanía, saldos
del TLCAN: senadores
Llaman legisladores a los demás poderes de la
Unión a superar los efectos dramáticos del acuerdo
Piden $13 mil millones adicionales a los recursos considerados
por Hacienda para la Sagarpa
VICTOR BALLINAS Y ANDREA BECERRIL
El Senado de la República aprobó ayer la
creación de un frente nacional para la defensa del campo mexicano,
en el que participen todos los poderes de la Unión para superar
"los efectos dramáticos" del Tratado de Libre Comercio de América
del Norte (TLCAN), que además de hundir en la miseria a la mayoría
de los campesinos ha hecho perder al país soberanía alimentaria.
En los últimos nueve años, México
ha erogado 78 mil millones de dólares en la importación de
alimentos, cifra superior a toda la deuda pública del país,
advirtió en tribuna el priísta José Antonio Aguilar
Bodegas.
Durante una prolongada discusión en la que todas
las fuerzas políticas coincidieron en demandar un mayor presupuesto
para ese sector, 13 mil millones de pesos adicionales a los recursos considerados
en la propuesta hacendaria, priístas y panistas debatieron el tema
y frente a las críticas del tricolor sobre la incapacidad
de Fox para resolver el problema, los senadores blanquiazules sacaron
a relucir la responsabilidad de los gobiernos del PRI en la debacle del
campo.
Respuesta blanquiazul
Ante
la demanda priísta de revisar el TLCAN en su apartado agropecuario,
los panistas respondieron que renegociar ese acuerdo que el tricolor
aprobó en 1992, "traería consecuencias negativas".
El panista Joaquín Montaño Yamuni advirtió
en tribuna que la crisis en el campo no se debe a ese tratado, sino a las
políticas de abandono de ese sector de pasadas administraciones.
Antes de la sesión, durante una reunión
de la Comisión Especial de Atención a la Industria Azucarera,
que encabeza el priísta Fidel Herrera -a la que asistieron industriales
y representantes de cañeros-, se acordó solicitar al gobierno
del presidente Vicente Fox que asuma una actitud firme y exija a su homólogo
de Estados Unidos, George W. Bush, el cumplimiento cabal del TLCAN.
Los productores azucareros demandaron a los legisladores
mantener el impuesto especial de 20 por ciento a la refrescos que utilicen
fructosa en lugar de azúcar de caña, ya que esa medida ha
sido un apoyo fundamental para la industria del dulce.
El tema del campo y su crisis dominó en la sesión
de siete horas que ayer se llevó a cabo en Xicoténcatl. El
perredista Demetrio Sodi fue el primero en abordarlo, al plantear que en
2003 haya ''equidad y justicia en el presupuesto para el agro y se garanticen
subsidios a los pequeños productores, porque actualmente sólo
se beneficia a los grandes agricultores''.
A su vez, el senador del PRI José Bonilla Robles
propuso que el presupuesto del próximo año de la Secretaría
de Agricultura se eleve en 13 mil millones de pesos respecto a la propuesta
del Ejecutivo federal. Ese incremento, dijo, sería para aumentar
los subsidios a los productores, mecanismo real de blindaje al campo.
El también priísta José Antonio Aguilar
Bodegas propuso crear un frente nacional de defensa del campo en el que
participen los poderes Ejecutivo y Legislativo, las organizaciones agropecuarias
y los centros académicos, ya que la situación del sector
agropecuario requiere de la atención y el esfuerzo prioritario de
todos.
Hizo luego un diagnóstico de la situación
del agro a casi una década del TLCAN. Precisó que en nueve
años de ese acuerdo comercial "los resultados son más dramáticos
de lo que se preveía", pues además de la abismal diferencia
de subsidios -en Estados Unidos, 47 por ciento del ingreso del productor
son subsidios y en México sólo 19- estamos perdiendo nuestra
soberanía alimentaria.
''México ha erogado para la compra de alimentos
78 mil millones de dólares, cifra superior a toda la deuda pública
del país. Nuestra balanza comercial es crónicamente deficitaria
y asciende a 14 mil 500 millones de dólares, cifra que es 4.3 veces
el presupuesto para Sagarpa en 2003. En el campo se han perdido un millón
780 mil empleos. Los precios agropecuarios van a la baja, la canasta básica
se ha incrementado en 257 por ciento y los precios de los insumos se han
elevado en 204 por ciento", agregó Aguilar Bodegas.
"Ante ese terrible panorama, los legisladores no podemos
ignorar a los millones de campesinos que requieren justicia social, no
más diagnósticos ni explicaciones; el Congreso debe ser parte
del debate nacional para solucionar el problema."
Otro legislador priísta, Joaquín Cisneros
Fernández, habló de la ineficacia del gobierno federal, que
ha ido "más allá de los errores del pasado, al querer reconvertir
el proceso productivo transformando a los campesinos en empresarios". El
presidente Fox "puede tener buenas intenciones", pero su proyecto "se reduce
a su experiencia como dueño de hacienda y a la de su secretario
de Agricultura, un exitoso empresario exportador de ajo. La política
agropecuaria y agraria es mucho más que eso".
El panista Joaquín Montaño les respondió
en dos ocasiones y en ambas resaltó la responsabilidad de los priístas
en la situación del campo. "Intentar a estas alturas una renovación
del TLCAN tendría una serie de costos directos e indirectos difíciles
de estimar en este momento", advirtió.
Hizo notar que se tendría que renegociar todo el
tratado y traería consecuencias negativas para los productores agropecuarios
del norte, que han tenido un crecimiento de 217 por ciento. El sinaloense
reconoció que es uno de los productores "exitosos".
Aguilar Bodegas aclaró que frente a los pocos que
se han beneficiado del TLCAN, están "las angustiosas voces" de los
campesinos del país "hundidos en la miseria" que exigen al gobierno
mejores labores de negociación para promover controversias internacionales
en torno a ese tratado.