Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Viernes 6 de diciembre de 2002
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Política

Eso está previsto en el TLCAN, dice el ex subsecretario de Comercio de CSG

Recomienda De la Calle aplicar impuestos de importación a productos subsidiados

México tiene todo el derecho a establecer un gravamen de esa naturaleza, afirma

ROSA ELVIRA VARGAS Y GEORGINA SALDIERNA

Luis de la Calle, ex subsecretario de Comercio y parte del equipo que durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari pactó el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá, aseguró que México hizo una ''buena negociación'' entonces, y recomendó que ante la inminente liberación arancelaria de 99.9 por ciento de las mercancías se recurra, previa investigación, a la potestad de aplicar impuestos de importación en aquellos productos del campo que reciben subsidios en sus países de origen. Eso, resaltó, está previsto en las propias cláusulas del TLCAN.

''México tiene derecho a ponerle un impuesto a esos productos, pero para hacerlo debe investigar si ese subsidio existe. Nunca se ha hecho tal indagación porque el país ha sido un importador neto al que sobre todo le interesa tener insumos y comida barata. Entonces, se trata de una decisión nacional. Y si se comprobara la existencia de importaciones subsidiadas, se tiene todo el derecho a aplicarles un gravamen proporcional al que aquéllas reciben'', dijo el ex funcionario.

Pero, insistió, si por razones sociales lo que preocupa es tener tortilla barata, a lo mejor no nos interesa poner el impuesto, pero esa es una decisión nacional.

Invitado a participar en el pánel de la comisión sobre globalización que analizó el tema de libre comercio y equidad social, insistió en que el TLCAN ''no es el origen de nuestros problemas nacionales -ojalá lo fuera, porque así sería fácil de resolver, nos salimos del acuerdo y en cinco minutos se acabarían nuestros conflictos- y debe vérsele desde su facultad de dar certidumbre comercial y disminución de riesgos''.

En entrevista posterior defendió los acuerdos de 1992, porque se incluyeron los periodos necesarios para la adaptación de cada producto y las disciplinas que permitieran en México tomar las medidas de prevención necesarias, ''aunque es cierto que aún faltan muchas decisiones de inversión interna, como en lo relativo a la capitalización del campo''.

De la Calle indicó que si se hubiera hecho una negociación con exclusiones, aquélla aún no habría concluido. Se decidió que entraran todos los productos y que los sectores de la sociedad pudieran tener un programa de mejoramiento de la competitividad y que ''todo mundo le entrara'' al mismo tiempo.

El asunto ahora es cómo enfrentar la apertura total. ''La mayoría de los productores tienen poco problema porque ya están acostumbrados a la competencia de los últimos diez años. Para otros, el salto será un poco mayor y a esos hay que ponerles más atención, particularmente en los sectores del pollo, donde hay una desgravación más importante, y en el de la carne de puerco, porque ahí vamos a eliminar un instrumento que se llama la salvaguarda automática, que permitía el arancel en caso de que se sobrepasaran ciertos volúmenes de exportación.''

Añadió que en aquellos sectores donde existen los cupos de importación (como el caso de ciertos granos), México avanzó en la apertura de manera unilateral a partir de 1996, ''porque hemos estado comprándole a Estados Unidos cantidades superiores'' a los topes pactados.

Desarrollo de la industria avícola

Y esto fue así, dijo De la Calle, porque la demanda creció de una manera muy importante, sobre todo por el desarrollo espectacular que hubo en la industria avícola, que consume 7 millones de toneladas de grano, y en la porcícola, que utiliza 4 millones. ''Digamos entonces que los sectores que van a enfrentar un poco de competencia son los mismos que han propiciado que se importe a México una cantidad mucho más grande de granos. Ellos tienen libre comercio en grano y ahora van a tener libre comercio en el producto final, y eso es lo que no les gusta.''

Aceptó que el TLCAN, como lo piden algunos sectores -sobre todo de productores del campo- se puede renegociar, ''pero una negociación es de dos vías. Si les decimos posponme el puerco, ellos dirán posponme el tomate, el camarón, y México exporta 900 millones de dólares de camarón e importa 200 millones de dólares de puerco''.

Las excepciones, en el caso de ingreso hacia México, a partir del primero de enero tienen que ver con maíz, frijol, leche en polvo y el azúcar, que quedará protegida hasta 2008. De entrada a Estados Unidos, México tendrá que esperar una apertura completa para el jugo de naranja concentrado. ''Todos los demás productos, como se pactó en 1992, quedan completamente abiertos.''

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