El Estado garantiza la operatividad de PDVSA,
asegura el presidente Hugo Chávez
Controla el ejército venezolano las instalaciones
petroleras
Cacerolazos de opositores y simpatizantes en
Caracas Bajará la producción de crudo
AFP, DPA Y REUTERS
Caracas, 5 de diciembre. El presidente venezolano,
Hugo Chávez, denunció hoy un plan desestabilizador para "derrocarlo",
y tras señalar que los sectores que lo impulsan "enfilaron sus cañones"
a la estratégica Petróleos de Venezuela (PDVSA), ordenó
la protección militar de todas las instalaciones petroleras al afirmar
que los planes de insurrección se dirigen a afectar el "corazón
de la industria petrolera" del país.
Por su parte, los opositores desistieron de efectuar una
marcha del este de Caracas hacia la sede de PDVSA, luego de que miles de
partidarios del gobierno se apostaron desde la madrugada en torno al edificio
del ente estatal, a fin de evitar que los huelguistas pudieran apoderarse
de la zona.
El general Raúl Baudel declaró que el ejército
actuará con la "energía que nos da la autoridad" si se desbordan
las protestas en el país, acorde con el marco constitucional. Aseveró
que sólo la "magnitud de las situaciones" determinarán las
acciones de la milicia ante las manifestaciones públicas.
A
través de la radio y la televisión nacional y de cara al
cuarto día de huelga general de los sectores empresariales y opositores
políticos, Chávez dijo que emitía un mensaje de "tranquilidad
en lo interno y a los clientes internacionales: el Estado garantiza la
operatividad de la empresa PDVSA".
Puntualizó que "hemos estado cumpliendo con nuestros
clientes, incrementando las inversiones internacionales y nacionales, ya
no sólo de petróleo sino también de gas". En ese contexto,
ordenó patrullajes a los comandantes militares y la protección
de las instalaciones petroleras en Caracas y los estados de Zulia, Falcón,
Carabobo, Anzoategui, Monagas, Bariñas y Apure.
Tras señalar que también se ordenó
la adopción de medidas de protección en los principales campamentos
militares donde hay zonas petroleras, deploró que personal de la
propia PDVSA se preste a "conspirar contra el corazón de la economía
venezolana", e indicó que se están tomando medidas en torno
a todos aquellos que se niegan a seguir laborando, ya que habrá
que removerlos.
Chávez calificó como un "acto de piratería"
el anclaje en el lago de Maracaibo, a unos 600 kilómetros al oeste
de Caracas, del tanquero Pilín León, cargado con 180
mil barriles de combustible. Incluso, más tarde se informó
que fondearon en la misma zona los buques petroleros Morichal, Moury,
Yavire, Paramacay y Paria, sumándose al paro.
El mandatario dijo que en ese momento se estaba rescatando
al Pilín León porque su capitán "se adueñó"
del buque que "es de todos los venezolanos", por lo que había órdenes
de abordaje si su tripulación se resistía y de cualquier
otro que entre en la misma situación. Se preguntó sobre la
lógica del capitán al actuar de esa forma, al señalar
si acaso la industria petrolera ha llamado a paro.
Aseveró que las fuerzas armadas se estaban ya desplegando
en las distintas zonas petroleras, que se seguirían tomando medidas
sobre la marcha según la situación, y que había tripulación
alterna para contrarrestar a los buques varados.
De acuerdo con Afp, el ejército ya controla las
instalaciones petroleras. La agencia estatal Venpress informó más
tarde que la armada venezolana tomó el control del Pilín
León, de acuerdo con la guarnición de Zuli. No obstante,
capitanes disidentes negaron que el buque hubiera sido devuelto a las autoridades.
El presidente Chávez insistió en que el
"plan golpista" está enfocado contra "nuestra principal industria
nacional, PDVSA, hacia la cual han enfilado sus cañones, su presión,
todo su poderío, estos sectores destabilizadores".
"¿Cuál es el plan de los golpistas y sus
aliados?: La privatización de PDVSA, quitarle el corazón
a los venezolanos... y la Constitución dice que no es posible la
venta de la industria petrolera. Esa es otra de las razones de la conspiración".
Chávez hizo un llamado al pueblo y a las fuerzas
armadas para enfrentar esta "conspiración". Instó a todos
los venezolanos a mantenerse alertas en la defensa de la democracia del
país, al señalar que los ataques se dirigen contra la industria
petrolera para afectar el "corazón de la economía" venezolana,
crear caos y justificarse como trataron de hacerlo en abril con el golpe
que lo sacó de la presidencia momentáneamente.
Afirmó que las acciones "desestabilizadoras y subversivas
han fracasado" porque, dijo, no lograrán paralizar al país.
"Llamo a que nos aprestemos a enfrentar cualquier situación, a estos
grupos desestabilizadores, que buscan un camino insurrecional", asentó.
Por lo pronto, el gobierno enviará el viernes notificaciones
de "fuerza mayor" a sus clientes sobre sus exportaciones de crudo y productos
a raíz de la huelga, dijo uno de los vicepresidentes de PDVSA, Jorge
Kamkoff.
La producción de petróleo podría
comenzar a caer el viernes o el sábado, disminuyendo en unos 150
mil barriles por día (bpd) las exportaciones del occidental lago
de Maracaibo, que aporta cerca de la mitad de los más de tres millones
de bpd que produce el país, debido a una caída en la producción
de gas usado para extraer el crudo.
"Probablemente mañana o el sábado tendrán
que recortar alguna producción", dijo Kamkoff. No especificó
cuánto sería recortada en los campos del oriente del país.
Los opositores dijeron que cancelaron la marcha hacia
la sede de PDVSA ante la llegada de los grupos bolivarianos al frente de
su dirigente Lina Ron y el alcalde oficialista de Libertador, Freddy Bernal,
quienes obtuvieron el respaldo de la policía local y luego de la
policía nacional y fuerzas de la Guardia Nacional para evitar enfrentamientos,
además de apostarse francotiradores en el área.
La oposición argumentó que quería
evitar "la provocación" o una "emboscada", por lo que el gobernador
de Miranda, Enrique Mendoza, y el alcalde de Chacao, Leopoldo López,
de la oposición, se pusieron al frente de la marcha y la regresaron
al punto de partida.
Denuncian que hay órdenes de aprehensión
También
denunciaron que fuerzas de seguridad tenían órdenes de aprehensión
contra los principales líderes de la huelga como el de Fedecámaras,
Carlos Fernández; de la Confederación de Trabajadores de
Venezuela, Carlos Ortega, y el líder de Consecomercio, Julio Barzón.
No obstante, todos estos líderes decidieron ir
al quinto día de huelga para este viernes en "ejercicio de la soberanía"
del pueblo y en respuesta a la ofensiva del gobierno, cuyas medidas calificaron
como "escalada terrorista, de amedrentamiento, de persecusiones e intimidaciones".
Los paristas mantuvieron bloqueada una importante autopista
caraqueña, y al mismo tiempo denunciaron que se intentó allanar
la residencia del capitán de la marina mercante, Miguel Rodríguez,
por sumarse al paro. A su vez, el disidente militar Enrique Medina Gómez
sostuvo que el presidente Chávez busca justificar un autogolpe,
mientras el palacio de Miraflores es rodeado con tanquetas.
El ex director de la DISIP (policía política)
e integrante del Comando Político de la Revolución, Eliécer
Otayza, explicó que los círculos bolivarianos se han visto
obligados a salir a las calles ante la situación transmitida por
los medios de comunicación contra el gobierno, ya que salen "en
defensa del proceso revolucionario".
Y mientras el secretario general de la Organización
de Estados Americanos, César Gaviria, prometió esta noche
restablecer en Venezuela las negociaciones entre el oficialismo y la oposición
para las próximas horas o días, los opositores comenzaron
su cuarto cacerolazo nocturno en las zonas residenciales del este
y suroeste de Caracas, mientras partidarios de Chávez hacían
lo propio en el populoso oeste.
A su vez, el coronel Blas Sousa Freitas se sumó
al grupo de oficiales disidentes que se mantienen en "desobediencia legítima"
en una plaza pública.