Powell afirma que se respalda el esfuerzo de la OEA por una solución constitucional
Legisladores de EU denuncian apoyo tácito de Bush a un golpe en Venezuela
Chomsky y líderes sociales critican que no se condenen los intentos de deponer a Chávez
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington y Nueva York, 18 de diciembre. El presidente George W. Bush apoya tácitamente un golpe de Estado en Venezuela, afirmaron esta semana 16 legisladores federales, mientras las corrientes de opinión se expresaron sobre la crisis en el país sudamericano en editoriales de dos periódicos nacionales.
Semanas antes la Casa Blanca había mantenido un desacostumbrado silencio sobre Venezuela, pero ahora ofreció declaraciones contradictorias. El viernes pasado, el gobierno de Bush emitió una declaración que el New York Times calificó como de apoyo a las demandas de la oposición al presidente Hugo Chávez por una elección adelantada; esta semana la Casa Blanca intentó clarificar estas declaraciones al reiterar su apoyo a un referéndum, como lo establece la Constitución de Venezuela.
"Estamos preocupados por la situación", declaró hoy el secretario de Estado, Colin Powell. Agrego que su gobierno apoya el esfuerzo del secretario general de la OEA para negociar una solución que se apegue al orden constitucional. Pero nuevamente ni Powell ni nadie más en el gobierno estadunidense hizo una condena específica de los llamados de la oposición venezolana a un golpe de Estado.
Este fracaso del gobierno de Bush en expresar su repudio a cualquier esfuerzo inconstitucional, advirtió un grupo de legisladores en una carta enviada a la Casa Blanca ayer, podría dejar la puerta abierta a una repetición del fracasado intento golpista ocurrido en abril en Venezuela.
Durante ese periodo, el gobierno estadunidense inicialmente apoyó el derrocamiento de Chávez y dejó la impresión entre la oposición de que Washington respaldaba el golpe, según conclusiones de una reciente investigación interna del Departamento de Estado.
"Creemos que el silencio de la Casa Blanca desde el golpe militar del 11 de abril, que la presidencia pareció apoyar, se interpreta ampliamente como respaldando más intentos de golpe", escribieron los legisladores en la carta enviada el martes, que también fue firmada por el profesor Noam Chomsky, otros prominentes intelectuales, dirigentes laborales y de derechos humanos, así como líderes de varias iglesias nacionales.
Los legisladores, entre ellos el influyente representante demócrata Barney Frank y el progresista Dennis Kucinich, pidieron al presidente Bush que "declare inequívocamente que el gobierno de Estados Unidos se opone a todo intento para remover al gobierno democráticamente electo de Venezuela mediante un golpe militar u otros medios inconstitucionales". Los firmantes también demandan que la Casa Blanca "afirme que Estados Unidos no sostendrá relaciones diplomáticas normales con un gobierno instalado mediante un golpe".
Pero todo indica que sería poco probable que el gobierno estadunidense vaya a responder a estas demandas. El embajador estadunidense ante la OEA, Roger Noriega, votó ayer en favor de una resolución condenando los llamados a un golpe de Estado en Venezuela, pero la Casa Blanca sigue enfocándose en las críticas al presidente Chávez.
Estos cuestionamientos fueron reiteradas hoy en un editorial del New York Times, en el que se plantea que Chávez debería aceptar realizar un referéndum sobre su gobierno y se sugiere que las elecciones adelantadas serían tal vez la única forma de salvar a Venezuela del caos y la violencia. El periódico Wall Street Journal, cuya opinión es más conservadora, consideró que la Casa Blanca debería resucitar la carrera diplomática de Otto Reich, el funcionario encargado de América Latina en el Departamento de Estado, quien debió dejar el cargo por carecer de ratificación por parte del Congreso.
Entre otros firmantes de la carta enviada a Bush están los legisladores José Serrano y John Conyers, al igual que Chomsky, la Iglesia Metodista Unida y el obispo católico de Detroit.