Chimalhuacán. Mex., 1º de mayo. Las autoridades sanitarias insistieron en que el virus de la influenza A/ H1N1 no es mortal si el enfermo es tratado a tiempo; no obstante, el personal médico del Hospital Infantil de México Federico Gómez rehusó atender al niño Jesús Eduardo López, quien murió a causa del padecimiento.

Su padre, Ernesto López, todavía no sabe cómo se contagió el pequeño, pero recuerda que el jueves 16 de abril tuvo diarrea y pérdida de apetito. Para el miércoles 22 la salud del menor se agravó, y cinco días después falleció en el Hospital General 90 Camas de la Secretaría de Salud estatal.

En la puerta de su casa, en el barrio Transportistas, Ernesto habla sobre la muerte de Jesús Eduardo, que tenía dos años siete meses y luego de cuyo deceso personal de salud tomó muestras de laboratorio a los abuelos y padres; pero hasta el momento no se les ha notificado si algún miembro de la familia está contagiado.

Los gobiernos federal y estatal afirmaron que habría cercos sanitarios en todos los lugares donde se han registrado casos de contagio, pero en el barrio Transportistas –ubicado a donde termina la avenida de Las Torres, una de las vialidades más importantes del municipio– todo transcurre sin alteración.

Teme contagios

Los vecinos, ajenos a la alerta sanitaria, prosiguen con su vida normal; pocos usan cubrebocas, pese a que dos de cinco personas fallecidas por esta causa en el estado de México eran de Chimalhuacán. Pero Ernesto quiere respuestas, pues en casa le sobrevive otra hija menor, y lo que menos desea es que su desgracia se repita.

Recordó que tras enfermar el jueves 16 de abril y por recomendación del médico de cabecera, el niño fue llevado el domingo 19 al Hospital Infantil de México, en el Distrito Federal.

Para entonces –asegura el padre– a Jesús Eduardo se le oía un estertor, una especie de ronquido en el pecho, pero personal hospitalario dijo que no tenía nada.

El lunes lo llevaron al Hospital 90 Camas y fue ingresado al área de urgencias. Lo dejé el miércoles en la mañana y estaba bien, lo habían subido a piso. Pero por la tarde, cuando a mi esposa le tocó la guardia, me dijo que se había agravado y lo habían entubado.

Durante los siete días que Jesús Eduardo estuvo internado les dijeron a los padres que tenía neumonía y les recomendaron utilizar cubrebocas.

La tarde del lunes 27 el niño murió y les notificaron que fue por insuficiencia respiratoria aguda provocada por influenza tipo A.