Bogotá, 10 de marzo. En la recta final de los comicios legislativos de Colombia, el Movimiento de Observación Electoral denunció que por lo menos 80 candidatos vinculados con las fuerzas políticas que respaldan al presidente conservador Álvaro Uribe tienen nexos con grupos paramilitares.

Pero el mandatario, atento no sólo a las elecciones parlamentarias del próximo domingo sino también a las presidenciales del 30 de mayo, afirmó tener pruebas de que un gobierno extranjero, que no mencionó concretamente, pretende vetar candidatos a la presidencia de Colombia e imponer candidatos a la presidencia.

Las declaraciones de Uribe, quien toca el tema por segunda vez en la semana, fueron hechas dos días después de que el ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo que el trato bilateral con Colombia podrá mejorar hasta que ocurra la sucesión presidencial, pero evitó hablar de candidatos o partidos.

Unos 29 millones 800 mil colombianos se empadronaron para acudir a las urnas este año electoral, en el se habrá de elegir a 102 senadores y 166 diputados.

El próximo domingo también habrá votación para designar cinco diputados al Parlamento Andino, en tanto que los partidos Conservador –que apoyó a Uribe en 2002– y Verde harán consultas internas para definir sus respectivos candidatos presidenciales.

El Partido Social de Unidad Nacional (PSUN), que fue fundado en 2005 por los grupos políticos que respaldaron el ascenso de Uribe hace ocho años, designó hoy al ex gobernador del departamento Valle del Cauca, Angelino Garzón, su candidato a la vicepresidencia, acompañando al aspirante presidencial Juan Manuel Santos, ex ministro de Defensa de Uribe, quien en su periodo de funciones cruzó acusaciones con el presidente venezolano Hugo Chávez.

Garzón, un ex líder de la Central Unitaria de Trabajadores y antiguo secretario general del Partido Comunista en la década de los años 70, es visto por analistas políticos locales como un elemento que limaría la imagen de Santos de político derechista y miembro de una familia históricamente vinculada al control de los medios de información colombianos.

Esta semana de reflexión electoral –las campañas terminaron el lunes pasado– se calentó con la denuncia hecha este miércoles por el Movimiento de Observación Electoral, de que los candidatos de los departamentos Valle de Cauca, en el sur del país, Casanare, en el centro, y Magdalena y Bolívar, en el norte, concentran la mayor parte de los aspirantes que nos preocupan pues tienen vínculos con grupos paramilitares ilegales y son abanderados de las fuerzas políticas que eligieron a Uribe y lo religieron en 2006, el PSUN y el Partido de Integración Nacional.

Aparte de la denuncia del Movimiento de Observación Electoral, hoy se conoció en Bogotá un adelanto del informe de la titular del Alto Comisariado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, quien lo presentará en Ginebra el 24 de marzo, en el que se reconoce que las condiciones de seguridad pública han mejorado en el territorio colombiano, pero que aún persiste el acoso a sindicalistas independientes, líderes de comunidades indígenas, de negros, de poblaciones desplazadas por la guerra contra la guerrilla, magistrados del Poder Judicial, abogados y periodistas.