Miles de profesores de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG) marcharon unos siete kilómetros por calles de Chilpancingo hasta llegar al palacio de gobierno, donde conmemoraron la matanza de estudiantes del 10 de junio de 1971.

Minervino Morán Hernández, integrante de la Comisión Política de la CETEG, dijo que una de sus demandas fue la presentación de los desaparecidos, entre ellos el maestro Gregorio Alfonso Alvarado. Pidió la libertad del indígena tlapaneco Raúl Hernández, preso en Ayutla de los Libres, y la salida del Ejército Mexicano de las comunidades.

Enarbolando mantas con las figuras de los extintos guerrilleros Lucio Cabañas y Genaro Vázquez Rojas, los manifestantes exigieron la cancelación de cinco órdenes de aprehensión contra sus dirigentes y aumento salarial, entre otras demandas que desde hace dos años han planteado al gobierno estatal del perredista Zeferino Torreblanca Galindo, sin que tuvieran respuesta positiva.

En otra concentración, realizada en la Plaza del Colegio Civil, en Monterrey, Nuevo León, activistas y estudiantes conmemoraron el llamado jueves de Corpus y reclamaron al gobierno federal las muertes de los mineros de Pasta de Conchos, Coahuila, los niños de la guardería ABC en Hermosillo, Sonora, y de estudiantes del Tecnológico de Monterrey.

En la misma ciudad regiomontana, pero en la gran plaza, militantes del Partido del Trabajo y del Frente Popular Tierra y Libertad protestaron contra las políticas del gobierno federal en materia social y económica.