La opción es descubrir cómo el virus se oculta en las células, consideran científicos
Señalan en seminario que al descifrar ese enigma se podría disminuir la intensidad del mal
Jueves 22 de julio de 2010, p. 40
Viena, 21 de julio. Científicos reunidos en la Conferencia internacional sobre el sida, que se realiza en Viena, tratan de comprender de qué manera el virus de inmunodeficiencia humana (VIH, causante del sida) se oculta en las células del cuerpo humano, con la esperanza de hacerle perder su intensidad algún día.
El asunto clave son esas células que le sirven de reservorio, ése es el obstáculo más grande que tenemos que superar
, estima Kevin Frost, de la organización estadunidense Amfar.
Es un tema nuevo, cada vez más presente y que interesa mucho más que en las otras conferencias internacionales
, observa en una entrevista con la Afp la francesa Christine Rouzioux, viróloga en el hospital Necker.
Varios talleres son consagrados a este tema en esta conferencia, que concluirá este viernes.
Un seminario reunió a 200 investigadores, médicos, representantes de seropositivos y de las agencias de financiación para discutir sobre las investigaciones más recientes acerca de estas células reservorios diseminadas en todo el cuerpo, sobre todo en los tejidos linfoides, la médula ósea y el tejido digestivo.
Allí el virus en inactividad espera su hora, es decir, el momento en que el paciente suspenderá el tratamiento, para hacer su aparición y convertir la infección con VIH en una enfermedad crónica e incurable.
Hay toda una estrategia en torno al reservorio: cómo está constituido, qué es lo que representa, sus relaciones con el sistema inmunológico, los medicamentos nuevos que podrían ser activos contra la biología de la célula infectada
, dice el profesor Jean-François Delfraissy, director de la Agencia Francesa de Investigaciones sobre el Sida (ANRS).
El título del seminario Hacia una curación, las estrategias para controlar los reservorios, no significa que se piense que la infección podrá ser curada algún día. Para la premio Nobel Françoise Barré-Sinoussi, experta en este campo, es una “misión imposible.
Me cuesta creer que podemos eliminar el virus
, dice en Viena ante un grupo de periodistas. Al menos se puede esperar reducir el número de células en estado latente “para que las personas infectadas puedan controlar su infección, como lo hacen naturalmente las personas llamadas ‘la élite de los controladores’”, que representan menos de uno por ciento de los seropositivos.
Estos últimos, infectados desde hace más de 10 años, no sufren la repetición del virus ni desarrollan el mal. Gracias a un sistema inmunitario que funciona muy bien, no necesitan tratamiento.
Tenemos que llegar a ser capaces de inducir
ese control, dice Barré-Sinoussi.
Todo el mundo está de acuerdo con que al tratar precozmente a las personas infectadas se logra disminuir más fácilmente los reservorios, ya que se preserva a las células inmunitarias que ayudan a combatir la infección
, afirmó Rouzioux.
La investigadora citó un experimento realizado varios años: se interrumpió el tratamiento de personas que estaban bajo antirretrovirales sólo unas cuantas semanas después de la infección. Desde hace siete años, de las 32 personas que participaron en el experimento cinco estuvieron en condiciones de no reanudar el tratamiento.
La remisión es un objetivo, en lugar de hablar todo el tiempo de erradicación
, dice la viróloga.
Lo que nos enseña el virus es que hay muchas cosas que no sabemos
, dice por su parte Maureen Goodenow, profesor de patología de la Universidad de Florida, pero como dice el profesor Delfraissy el campo de la investigación está abierto
.
Los participantes en el simposio decidieron reunirse todos los años para coordinar sus fuerzas.