En el contexto de la 18 Conferencia Internacional sobre VIH/sida, que se realiza en Austria, la Comisión Episcopal para la Pastoral Social (CEPS) señaló que el enfoque católico en torno a la atención de las personas afectadas por este mal debe basarse en la compasión, la comunión y la conciencia.

Asimismo, resaltó que Caritas Internationalis apunta que el trabajo de la Iglesia y sus instituciones debe centrarse en quienes generalmente son marginados por la sociedad, entre ellos los usuarios de drogas inyectables, homosexuales, las trabajadoras sexuales y la población carcelaria, para contribuir a acabar con el estigma y la discriminación que genera esta enfermedad.

Al respecto, Lesley-Anne Knight, secretaria general de Caritas Internationalis, señaló que la referida conferencia ofrece oportunidades para el desarrollo, la innovación y la colaboración, y destacó la importancia de hacer hincapié en un enfoque católico que fomente el diálogo, la cooperación, la apertura y sobre todo la mejor manera de responder a la pandemia.

La CEPS, una de las comisiones de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), así como fuentes de la arquidiócesis de México señalaron a este diario que la Iglesia católica y sus instituciones son las instancias que más atención brindan a las personas que han contraído el VIH, y a quienes se encuentran en las últimas etapas del padecimiento.

Sobre esto, y antes del comienzo de la conferencia, Robert Vitillo, experto en VIH/sida de Caritas Internationalis, aseguró que las organizaciones de inspiración religiosa suministran aproximadamente la cuarta parte de la ayuda para personas con este padecimiento en todo el mundo.

Por ello, en 2009, inició la campaña HAART for Children (cuyas siglas en inglés significan Tratamiento Antirretroviral Altamente Activo), para promover el desarrollo de dosis y formulaciones pediátricas de estos medicamentos, ante su escasez.

Caritas ha resaltado que el acceso a fármacos que prolonguen y mejoren la vida puede hacer una diferencia de vida o muerte para más de 800 mil niños menores de 15 años que viven con VIH y advierte que sin estos medicamentos un tercio de los menores afectados mueren antes de su primer cumpleaños, y la mitad, antes de cumplir dos años.

La Iglesia católica lamenta que la mayor cantidad de afectados por este mal sean pobres y está dispuesta a colaborar con los gobiernos para abatir el avance del padecimiento desde su trinchera.

En cuanto al uso del condón, fuentes de la CEPS indicaron que la Iglesia no cambiará de opinión, pues está en favor de la abstinencia y la fidelidad como medidas eficaces de control y abatimiento del mal.