En México hay 322 mil menores de seis a 14 años excluidos de la educación. No estudian debido a que trabajan más de 20 horas a la semana. Además, se estima que 55 por ciento de los alumnos de educación básica no concluye su formación en los nueve años reglamentarios, y 74.2 por ciento de quienes desertan lo hacen en los primeros años de la primaria y secundaria.

Al presentar los resultados del anuario Panorama educativo de México 2009, Margarita Zorrilla Fierro, directora general del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), destacó que de los 550 mil niños de seis a 11 años que trabajan en actividades extra domésticas, como vendedores ambulantes, jornaleros agrícolas o en empleos diversos, 30 por ciento lo hace más de 20 horas a la semana. De ellos, 134 mil no asiste a la escuela, mientras que de los 760 mil menores de 12 a 14 años que trabajan fuera del hogar, seis de cada 10 lo hace por más de 20 horas a la semana, lo que impide que 188 mil acuda a un centro escolar.

Héctor Robles, director de indicadores del INEE, señaló que al menos 8 por ciento de los alumnos inscritos en secundaria trabajan más de cuatro días a la semana con pago de salario, actividad que compite con sus estudios.

Destacó que pese a que la beca de Oportunidades apoyó a 27.8 por ciento de los estudiantes de este nivel educativo, sólo beneficio a tres de cada ocho alumnos que trabajan de forma asalariada. Por ello, consideró necesario revisar los criterios del programa para garantizar que efectivamente cumplan con el objetivo de fortalecer la permanencia de los adolescentes en el sistema educativo.

En conferencia de prensa, Zorrilla Fierro señaló que la deserción entre ciclos educativos consecutivo es de 1.1 por ciento de los alumnos inscritos en primaria, de acuerdo con datos del ciclo 2008/2009, mientras que en secundaria alcanza 6.8 por ciento, pero si se considera la trayectoria de los alumnos a lo largo de los seis años de primaria, 8.4 por ciento de la generación abandona sus estudios, mientras que durante los tres años de secundaria, dejan la escuela cerca de 20 por ciento.

Respecto al gasto educativo, el informe advierte que a partir de 2008 la inversión federal en este sector “muestra pérdidas relativas de entidades menos desarrolladas –donde se concentra la población en condiciones de mayor pobreza– en contraste con algunas más desarrolladas”.

A esto se agrega la falta de eficacia en la inversión pública para el rubro, pues se detectó que hay un incremento en el gasto público en primaria, pero acompañado de una reducción de los alumnos inscritos. El gasto real por estudiante aumento 5.2 por ciento entre 2000 a 2008, mientras que la matrícula descendió 0.4 por ciento.

Zorrilla Fierro reconoció que uno de los focos rojos del sistema educativo es el aprendizaje de los alumnos que concluyen el tercer año de secundaria. Ya salió la primera generación a la que se le aplicó la Reforma a la Educación Secundaria (RES) y vemos un estancamiento. Los resultados del rendimiento escolar son desalentadores. No se ha reducido el número de jóvenes con un logro académico insuficiente, si no que incluso creció el porcentaje de quienes no mejoran en asignaturas como español, mientras que no hay avance en matemáticas.

Es necesario, indicó, poner más atención a lo que sucede con la reforma, porque no se están modificando las cifras: cuántos llegan, cuántos se van, cómo aprenden. Por ello, informó que el INEE inició una estudio para evaluar la RES.